España tiene derecho a la alegría

Madrid

Buenos días a todos. Pido que nos tomemos al pie de la letra este deseo de bondad, de tener buenos días, porque desde hace tiempo me asusta la militancia en generar maldad que tienen algunas dinámicas políticas. Son conocidas las estrategias que convierten la maldad en una inversión. Pensemos en los cuñados que tienen celos de la felicidad familiar y hacen lo posible por enfadar a unas hermanas con otras. Pensemos en los amigos vanidosos y absorbentes que buscan la exclusividad de los afectos sembrando cizaña entre unas u otros. Hay quien considera que sólo deteriorando el amor, las familias y la amistad se consigue sobresalir.

Esto pasa ahora en la política española. Una oposición que se considera con derecho a Gobernar se ha enfadado mucho con España e invierte en maldad para hacerle daño al Gobierno. Porque no se trata de criticar al Gobierno, se trata de hacer de España un país racista y con discursos de odio para poder decir que el Gobierno es un peligro cuando se muestra solidario con los migrantes. Esto me duele, porque yo nací en una Andalucía de emigrantes. Y se intenta crear una mala imagen del Estado, abusivo y desigual, porque se quiere evitar los impuestos que afectan a las grandes fortunas, olvidando que solo los impuestos sobre la riqueza permiten defender la sanidad y la educación pública. También esto me duele porque considero indigna la desigualdad.

Aman poco a España los que necesitan para Gobernar hacer de España un país racista y poco solidario. Buenos días, Àngels, muy buena España, y espero que podamos resistir porque nuestro país no es perfecto, pero es mucho mejor de lo que piensan los estrategas del odio. España tiene derecho a la alegría.