El cinturón sanitario
Alemania necesita salir de ese frenazo económico y mientras lo logra, impedir que los ultraderechistas nostálgicos de otras épocas accedan a áreas de poder político
Madrid
El cinturón sanitario para impedir que un grupo político ultranacionalista, xenófobo y autoritario como Alternativa para Alemania alcance el gobierno de uno de los 'landers' o estados alemanes tiene todo el sentido, es democrático y sigue siendo muy necesario. La historia está llena de ejemplos en muchos países y desde luego en Alemania, que demuestran que permitir la normalización de grupos semejantes y no hacer todo lo que se pueda para impedir que accedan a administrar comunidades ayuda mucho a su extensión y al contagio. Pero la historia también demuestra que ese cordón sanitario no es suficiente.
Según la prensa local, 36% de los menores de 30 años del estado de Turingia votó por la AfD, mucho más que a cualquier otro partido. El miedo a la recesión económica y la utilización de la inmigración como un elemento aglutinador de ese miedo han sido decisivos en el aumento de voto del partido de extrema derecha. Y que el miedo a la recesión viene acentuado por el hecho de que la coalición entre socialdemócratas y liberales está aplicando la misma política de mano de hierro que recetó al resto de Europa a raíz de la crisis de 2008. La Unión Europea dio un importante giro a raíz de la pandemia, pero el ministro responsable de la economía alemana, un halcón liberal, parece no haberse enterado. Alemania necesita salir de ese frenazo económico y mientras lo logra, impedir que los ultraderechistas nostálgicos de otras épocas accedan a áreas de poder político.
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Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...