Una turista estafada paga 1.155 euros por queso y embutido en Italia: "Es el mercado libre"
La mujer sufría una discapacidad visual de lo que podría haberse aprovechado el vendedor
Productos típicos de Cerdeña. Recurso. / marmo81
Madrid
Cerdeña es uno de los destino turísticos más codiciados en los meses de verano en Italia. Sus playas de aguas cristalinas y arena blanca; sus paisajes naturales, cuevas, montañas y parques nacionales; su rica cultura y tradiciones; sus monumentos, historia y fiestas, y, por supuesto, su gastronomía, son los mayores atractivos de la isla del mar Mediterráneo. Allí, en verano, los puestos de venta ambulante son parte de la esencia de los días que los turistas disfrutan. Por eso, pocos son quienes se pueden resistir a pararse ante estos vendedores ambulantes a echar un vistazo a la diversidad de productos que allí se encuentran. Entre los más deseados, los productos gastronómicos italianos.: quesos, embutidos, verduras y frutas de temporada, focaccias, pizzas, pastas, salsas...
En uno de estos puestos ambulantes ante los que unos turistas de Milán se pararon en Cerdeña, en Murta Maria, vivieron una experiencia de lo más inesperada. Una mujer de 86 años con discapacidad visual y su acompañante fueron víctimas de uno de los problemas que más rodea a estas ventas móviles: los vendedores ilegales. El comercio ilícito en algunas de las zonas más turísticas de Cerdeña es uno de los mayores problemas en la isla. Si bien es cierto que la mayoría de quienes venden en sus puestos temporales lo hacen de forma legal y con todos los documentos y en regla, también hay muchos que realizan esta práctica sin licencia.
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Son precisamente estos vendedores ilegales quienes se aprovechan de la inocencia de los turistas y de su ansia por hacerse con los productos más típicos de la zona. Los venden a precios desorbitados y, lo que ofrecen, levanta dudas en cuanto a su procedencia y calidad. Estos individuos sin escrúpulos hacen negocio con la ingenuidad de los visitantes, cobrando precios desorbitados y sin forma de demostrar los abusos pues, como se puede comprobar en esta historia, no presentan ticket de compra o recibos en los que se pueda demostrar el precio de los productos.
Estafa a una anciana con discapacidad visual: "Es el mercado libre"
La mujer de 86 años que sufría una discapacidad visual y su acompañante, también de avanzada edad según informa el medio italiano La Nouva Sardegna, se encontraban en la isla y, atraídos por los productos típicos de la zona, pararon en un puesto de venta gastronómica ambulante. Allí se hicieron con unos trozos de queso Pecorino, una salchicha y una porción de coppa.
El acompañante de la mujer se despistó y ella pagó con tarjeta la desorbitada cantidad de 1155 euros por menos de cuatro kilos de mercancía. Al haber pagado con tarjeta, el único justificante de pago que recibió fue la copia de POS, ya que el comerciante no ofrecía recibo de compra. Esta copia no tiene validez a efectos fiscales.
Poco después, los dos milaneses fueron conscientes de la elevada cantidad de dinero que habían pagado y que habían sido víctimas de una estafa. Acudieron entonces a los Carabinieri y presentaron una denuncia ante la Guardia di Finanza. Como prueba, solo contaban con el recibo del pago con tarjeta, en el que figuraba el nombre y el apellido del vendedor, así como su dirección.
Al contactar con él, el vendedor justificó su cobro asegurando que "había acordado el precio previamente" y que se trataba de "productos de especialidad". "Creo que es un mercado libre, así que no veo ningún problema", afirmaba.
'La verdad, no me parecieron personas deslucidas, sino más inteligentes que yo, ya que conducían el coche, estaban en la playa tranquilamente y pagaron utilizando el POS. Si fueran personas deslucidas, habría que meterlas en un centro y luego sería a ustedes, familiares y allegados, a quienes habría que denunciar. Pero, repito, están muy lúcidos y despiertos", defendió el presunto estafador.
Esta situación ha despertado de nuevo las quejas en la región de quienes ejercen la venta de forma legal. Exigen mayores controles por parte de la policía para verificar quién realmente tiene licencia y quién no.
