Este verano ha estado marcado por el aumento de la llegada de inmigrantes de manera irregular a España. 29.031 personas han llegado a las costas españolas durante este 2024, según los últimos datos publicados por el ministerio del Interior. Esto supone un incremento del 79,5% comparado con el mismo período de 2023. Para hacer frente a esta crisis migratoria que se vive en Canarias y Ceuta, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha viajado a varios países africanos esta semana para reiterar su apuesta por la inmigración regulada y advertir de que es «imprescindible» el retorno a sus países de las personas que llegan a España irregularmente. El líder socialista ha endurecido su discurso sobre inmigración dirigiéndolo hacia las políticas de control migratorio. Muchos mandatarios europeos están endureciendo su discurso sobre la inmigración irregular. No solo se trata de los políticos conservadores o de ultraderecha, sino también primeros ministros socialistas como el canciller alemán Scholz, que ha abrazado el discurso antiinmigratorio de los ultras prometiendo endurecer las leyes de asilo y reducir la inmigración irregular tras los atentados de Solingen. Aunque la línea general de los políticos es la de responsabilizar esta crisis migratoria de algunos problemas de Europa, para una de las mayores instituciones de Francia la violencia y la desinformación son dos amenazas más peligrosas para el continente que la inmigración. El jefe del Estado Mayor del ejército francés, Thierry Burkhard, aseguró en una ceremonia en París que Occidente se debe preparar para tiempos «muy duros», según recoge el medio francés Europe 1. Para el general, está creciendo el “desafío al modelo occidental”. «Occidente está cuestionado y vivimos en un orden internacional extremadamente fragmentado», advirtió Burkhard a los responsables del Medef (Movimiento de Empresas de Francia) y de diez grandes grupos empresariales franceses. El militar aseguró que el orden internacional «se fundó en el derecho que fue construido por el mundo occidental» y se queja de que se reproche «haberlo construido para el mundo occidental». Para el general, está surgiendo «un orden alternativo» que quiere «expulsar» a Europa. «El uso de la fuerza es desinhibido y parece ser la forma más fuerte de imponer la propia voluntad y resolver disputas», indicó, refiriéndose a la guerra de Rusia y Ucrania y la ofensiva de Israel en Gaza. Uno de los factores estratégicos clave para el futuro de Europa es la guerra de la información, asegura el general Burkhard, que indica que los competidores del continente «están actuando con extrema fuerza», refiriéndose a la Rusia de Putin. Para el jefe del Estado Mayor del ejército francés, el cambio climático es otro hándicap con el que cuentan los países europeos en el futuro, en especial por la dificultad que supone para el acceso a los recursos de la población en periodos de guerra. «Es un catalizador del caos en términos de guerras por el acceso a los recursos, desplazamientos de población y hambrunas», explicó Burkhard.