Como antes de la Gran Recesión

Madrid

Nos importan más los hechos que las opiniones. Sobre todo si los hechos son esperanzadores y las opiniones, infundadas. Entre lo insensato de hoy destaca un estúpido intento de deslegitimar al Tribunal Constitucional: un ataque artero, no una crítica argumentada. Por eso, ahí queda constatarlo, sin más.

Son más auspiciosos para la gente normal, aunque no para los raritos que todo el día están conspirando a ver si ocupan el poder de cualquier forma, los datos del paro y el empleo a final de junio, también hechos públicos hoy. Un doble récord. Por un lado, el paro se ha reducido a 2,54 millones de personas, la cifra más baja desde los 2,39 millones de junio de 2008, como han comentado distintos medios.

Pero más interesante todavía que comparar junio con junio, quizá sea cotejar el dato con la fecha en que empezó la Gran Recesión: el 15 de septiembre de aquel año de 2008, cuando quebró el corrupto banco norteamericano Lehman Brothers, presidido en España por el gran gestor Luis de Guindos. Pues bien, ya hay menos parados este junio que en aquel septiembre, en que se contaron 2,62 millones de desempleados. Eso en cifras absolutas, y aún más en relativas.

O sea: en lo social, hemos recuperado el mejor nivel de paro desde su nivel en el momento en que estalló la crisis financiera.

Sucede también lo mismo con el empleo, pero aun en mejor. Los 21,4 millones de empleados cotizantes a la Seguridad Social constituyen el récord de toda la historia. Eso no oculta el drama de los muchos, muchísimos, que aún no han encontrado un puesto de trabajo: pero supone para ellos un estímulo, una esperanza, una luz al final del túnel.

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