El cine en la SEREl cine en la SER
Cine y TV

'Alumbramiento', la historia de las adolescentes embarazadas y encerradas en un internado franquista en plena democracia

Pau Teixidor dirige un emocionante drama sobre lo bebés robados y las jóvenes que pasaron por Peña Grande, centro franquista que permaneció abierto hasta entrados los años 80. Un reparto coral de actrices debutantes protagoniza este luminoso relato que honra la memoria de una generación de mujeres

Entrevista | Pau Teixidor y Sofía Milán, la memoria de las madres adolescentes y los bebés robados

Entrevista | Pau Teixidor y Sofía Milán, la memoria de las madres adolescentes y los bebés robados

25:09

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1718784311969/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Madrid

En la España del 82, mientras unos celebraban la victoria de Felipe González y atisbaban otro país, moderno y próspero, había aún otra España que se resistía al cambio, una España donde operaban instituciones franquistas como el Patronato de la Mujer, la red de reformatorios impulsada por Carmen Polo para guardar la moral católica y reeducar a -lo que ellos llamaban- jóvenes descarriadas. Uno de esos centros fue Peña Grande, lugar de represión y encierro en un barrio de Madrid para adolescentes embarazadas y para el robo de bebés que estuvo abierto hasta entrados los años 80. "A estas mujeres les pasaba esto por dos motivos, por ser mujeres y por ser pobres. Era un combo perfecto para poder aprovecharse de ellas y utilizar todo tipo de de violencias en contra de ellas. Y evidentemente la cuestión de clase es fundamental porque estamos hablando de gente pobre y gente sin dinero. Y cuando tú manejas a gente pobre, desamparada y sin recursos, tienes mucha más capacidad de influir sobre ellas y de que no te generen problemas, porque al fin y al cabo hablamos de gente que no importa a nadie y eso facilita mucho las cosas a la hora de conseguir según qué", explica el realizador Pau Teixidor que, en segunda película, Alumbramiento, honra la memoria de esas mujeres con un emocionante drama inspirado en hechos reales.

"Vivimos en un país con una larga tradición en ocultar esta serie de temas y la película pone de relevancia a través del contexto que esto eran unos hechos que seguían ocurriendo a principios de los 80, siete, ocho o nueve años después de la muerte de Franco. Y viene a poner de relevancia que quizás la famosa Transición no fue tan modélica como nos contaron. Es importante que en los últimos años han aparecido mucha bibliografía, muchos reportajes, ahora esta película, y creo que tiene que ver con la idea de que hay toda una generación que de alguna forma nos hemos dado cuenta de que no nos contaron la historia de España quizás como era y hemos sentido un poco la necesidad de querer contarla de nuevo para que las próximas generaciones sí la conozcan de una manera más profunda", añade el director, parte de esta nueva generación de autores que están revisionando nuestro pasado reciente en los últimos años a través del audiovisual, como han hecho Víctor Iriarte, Jaione Camborda o también una veterana como Silvia Munt en 'Las buenas compañías' con la historia de las Las 11 de Basauri, las mujeres perseguidas por abortar.

Pau Teixidor, que cofirma el guion con Lorena Iglesias, ha trabajado durante diez años recabando testimonios de muchas de las mujeres que pasaron por estos centros o les quitaron a sus hijos, una de las grandes manchas de la España democrática que aún sigue a la espera de justicia. "Cuando empiezas a hablar con ellas te das cuenta no solo de las ramificaciones y de cómo afecta, sino del dolor que tienen estas mujeres de por vida, que son vidas marcadas y destrozadas en muchos casos por todo aquello, y de alguna forma es el material con el que te acabas sensibilizando más para entender hacia dónde tiene que ir la película. La película empezó tratando un poco de entender un poco más la parte logística, la parte operativa de cómo se desarrollaba y es cuando yo las empiezo a entrevistar y empiezo a conocerlas y empiezo a empatizar con lo que les pasó, que la peli se empieza a olvidar un poco del contexto para centrarse en ellas", cuenta.

Alumbramiento se centra en la historia de Lucía, una joven de la España rural a la que su madre traslada en secreto y de noche a Madrid en busca de ayuda. Tras ser recibida por unas monjas, la joven acaba en Peña Grande, uno de los reformatorios del franquismo donde, años después, hemos conocido tramas de robos de bebés y el encierro al que fueron sometidas estas mujeres. El director abre el foco dentro de ese centro para narrar una historia de sororidad e iniciación a través de la amistad que entablan las chicas y su relación en ese entorno represivo de monjas y médicos que maquinaban para robarle a sus hijos. Teixidor encuentra el equilibrio para armar un relato que, pese al trasfondo tan duro y dramático, sea luminoso. "Había dos elementos importantes con los que queríamos ser delicados. Por un lado, no queríamos hacer una película panfletaria en términos ideológicos, pese a que es inherente el tema político en la película, no queríamos que fuera una película que te dictaminará qué pensar ni sentar cátedra sobre lo que estaba bien y lo que estaba mal. Intentábamos siempre ser cuidadosos con eso y que cada uno pudiera sacar un poco su propia conclusión. Y por otro lado, íbamos con mucho cuidado a la hora de no dramatizar en exceso la historia y de no hacer, digamos, por llamarlo así, pornografía emocional de todo ese dolor. Creíamos que era una película que corría el riesgo de apropiarse de una especie de morbo, de enseñar ese dolor de forma descarnada y abusar de ello. Y quisimos siempre ir con mucho cuidado y respeto para que no se sintiera que estábamos instrumentalizando. La película es un drama, evidentemente, porque habla de lo que habla, pero también se abre en muchos momentos hacia territorios mucho más luminosos. Y hay escenas que pueden rozar la comedia, hay escenas musicales incluso", detalla sobre el punto de vista.

En ese desarrollo narrativo el espectador va conociendo poco a poco a las jóvenes, su origen y cómo han llegado ahí. La mayoría son chicas de clase obrera, algunas han sufrido violencia en el seno de la familia, a otras se la presiona para dar sus hijos. La cinta reúne a un fantástico elenco de actrices debutantes liderado por Sofía Milán, intérprete que aporta la fuerza, la rebeldía y la determinación para encarnar a esa joven que va descubriendo el centro de los horrores. "Es una película de algo que parece que me pilla muy lejos, pero es verdad que que a día de hoy y a raíz de haber hecho la peli, hemos conocido muchas personas que recuerdan esto o que han vivido experiencias similares. Tú puedes ver cosas que hoy en día siguen pasando, quizá no tan intensamente y no al mismo nivel, pero hay muchas escenas, muchas cosas que te pueden recordar. Por ejemplo, la escena de la iglesia, cuando las chicas están en la misa y los hombres las están mirando. Mil veces me habrá podido pasar eso a mí y a un montón de mujeres. Entonces por eso es tan importante contar esta historia, ya no solo porque es una historia que hay que recordar y que no hay que olvidar porque esas mujeres no lo van a olvidar nunca y se lo merecen, sino porque también nos hace pensar", explica la actriz que, confiesa, ha formado también una familia con sus compañeras de reparto, Celia Lopera, Carmen Escudero, Paula Agulló, Alba Munuera y Victoria Oliver. El resto del casting lo completan María Vázquez, la actriz nominada por 'Matria' al Goya que interpreta a la madre que abandona a su hija, y Laura Gómez-Lacueva, como una de las monjas, en su papel póstumo.

La película funciona en ese trabajo coral de todas las chicas, víctimas de múltiples violencias, y cuya única salida era la resistencia colectiva, intentar ayudarse unas a otras, ya fuera encomendándose a la 'Santa' Lola Flores o escapando al cine, dos de las referencias con la que Pau Teixidor envuelve la historia y encuentra puntos de fuga a la intensidad dramática. "El tema de Lola Flores tenía un poco que ver con la importancia de vincular algunos elementos de la cultura popular a alguno de los personajes. Había que darles vida a esos personajes y nos parecía que podía estar bien utilizar la imagen de algún cantante o de alguna estrella de la época. Y Lola nos iba muy bien porque representaba la España de antes, mientras en los 80, digamos, había la explosión de la movida y la gente estaba en las discotecas escuchando a MacNamara. Dentro de Peña Grande representaba la parte del pasado. Y Lola Flores no solo representa la España de una época sino que ayudaba muy bien a marcar ese contraste a nivel musical y a nivel cultural entre la España del futuro y la España del pasado. Y luego la película que las chicas ven en el cine es 'Vámonos, Bárbara’, de Cecilia Bartolomé, es una película que dio la casualidad que yo descubrí en la Filmoteca Española durante el proceso de escritura del guion. Me pareció una película maravillosa, muy tierna, que tenía puntos de contacto con la nuestra porque es la historia de una madre con su hija que se va de vacaciones, aunque la relación es completamente distinta. Cecilia Bartolomé es un poco un icono, es la primera película abiertamente feminista que hubo en este país y ella es una cineasta fundamental, tiene uno de los dípticos del cine documental más importantes y más impresionantes que retratan la España de los 80, que es ‘Después de’. Y nos parecía un pequeño guiño y un homenaje muy bonito y que tenía todo el sentido de incluirlo en la película", asegura.

Alumbramiento es un ejercicio de memoria y de dignidad, una película que expone la vergüenza de un país que no ha sido capaz de limpiar los crímenes que la dictadura siguió cometiendo en democracia y que, en el contexto actual, recuerda la importancia de mantenerse alerta por los derechos conquistados. "El cine de época me interesa sobre todo cuando me interpela a mí como espectador en el presente y cuando yo puedo sacar mis conclusiones sobre esa historia del pasado, pero desde un punto de vista contemporáneo, y me enriquecen a mí en mi visión contemporánea del mundo, por así decirlo. Nos dimos cuenta cómo todos aquellos temas o muchas de las cosas de las que se hablaba en aquella época resonaban en el presente. Estábamos escribiendo la escena sobre cuando las chicas van a abortar y ese mismo día había una noticia en portada sobre sobre la ley del aborto. Una de las cosas más importantes que tiene que tener una película de época es que sirva para algo. La película tiene importancia precisamente porque se está contando desde 2024", concluye Pau Teixidor.

José M. Romero

José M. Romero

Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00