La periodista y presentadora Toñi Moreno ha sido la encargada de inaugurar la novena edición de «Pride Torremolinos» de la localidad malagueña esta semana, con un pregón donde no ha dudado en hablar tajante sobre su homosexualidad. La periodista ha aparecido en el evento con un diseño de Rafael Urquizar ambientado en la bandera reivindicativa del colectivo LGTBI y se ha subido al escenario para lanzar un mensaje contra la homofobia. En su discurso, Moreno ha recordado su entrevista con la cantante italiana Laura Pausini, el momento en el que se atrevió a reconocer su homosexualidad públicamente. La presentadora ha confesado que su encuentro con la artista marcó un antes y un después en su vida y ha lamentado no haberlo hecho antes. Moreno ha hablado también de su adolescencia, de su primer beso y de cómo le robaron «un bonito recuerdo de su primera vez», por hacer lo que los demás se esperaban de ella. Emocionada por sus palabras, se ha pedido perdón por «ser la primera homófoba con ella misma». Ahora se considera una «lesbiana en stand-by» y ha sumado otro motivo que le hace estar feliz y orgullosa, su hija Lola. Para Moreno la pequeña es «el verdadero motor de cambio» y ha asegurado que hará todo lo posible para que su niña no se sienta igual que ella, «quiero un mundo de libertad para ella, no quiero que la miren distinto por no tener papá, no quiero que mi adolescencia sea la suya», ha relatado. Para acabar, la periodista no ha dudado en mandar un claro mensaje al Papa Francisco, que se vio envuelto en una gran polémica por pedir a los sacerdotes en una reunión que no dejaran entrar a homosexuales en los seminarios porque consideraba que había «demasiado ambiente maricón» esta semana. Moreno ha advertido al pontífice que están «por todos lados y la mayoría son gente de bien» y ha asegurado firmemente que no se va a volver a sentir «pecadora por amar».