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Los cucos no siempre vuelan sobre el nido del cuco

Una investigación australiana ha demostrado que cuando estas aves dejan sus huevos en los nidos de otros pájaros favorecen la creación de nuevos tipos genéticos de su propia especie con distintas formas y colores

Los polluelos-cucos de bronce imitan la apariencia de los polluelos huéspedes CRÉDITO: Naomi Langmore

Los polluelos-cucos de bronce imitan la apariencia de los polluelos huéspedes
CRÉDITO: Naomi Langmore

En la novela de Ken Kessey -que luego amplificó y popularizó la película de Milos Forman- se cuenta que el título "Alguien voló sobre el nido del cuco" proviene de una canción infantil que la abuela del jefe Bromden le cantaba cuando era niño. Dice así:

Tres gansos en una bandada

Uno voló hacia el este

Uno voló hacia el oeste

Y uno voló sobre el nido del cuco.

La realidad es que "cuckoo’s nest" es una forma inglesa de llamar a los manicomios en tono despectivo. Pero si volvemos a la canción infantil -el libro lo explica- podemos pensar que se refiere al hecho de que cada individuo posee su propio camino en la vida y podemos elegir cómo ser.

Curiosamente la moraleja de esta canción infantil también conecta con una investigación de un equipo de la Universidad nacional de Australia, que es hoy portada de la revista Science y que se puede leer completa aquí. Tiene que ver con el hecho de que cada cuco que nace puede estar contribuyendo a crear un camino nuevo para toda la especie

Portada de Science con el titulo "La co-evolución del cuco"

Portada de Science con el titulo "La co-evolución del cuco"

Portada de Science con el titulo "La co-evolución del cuco"

Portada de Science con el titulo "La co-evolución del cuco"

Los cucos tienen una peculiaridad como especie: En muchos casos ponen sus huevos en nidos de otras aves. Los ornitólogos les reconocen en el mundo animal por este comportamiento único que se llama "parasitismo de cría". En lugar de construir y cuidar sus propios nidos, lo que hacen estas aves, cuando llega el momento de la puesta, es buscar un nido no vigilado de una especie más pequeña.

En la mayoría de los casos, la hembra, al llegar. se come uno de los huevos ajenos y coloca su propio huevo en su lugar. Lo hacen con una gran variedad de especies. El cuco Cuculus canorus llega a "colocar" huevos a aves de 100 especies diferentes.

El pájaro parasitado por los cucos cría el huevo del cuco creyendo que son suyos y los cuida hasta el final. Cuando nace el polluelo es "desproporcionadamente grande" respecto a las otras crías, explican los ornitólogos. Por eso, al romper el cascarón, expulsa a los demás huevos o a las otras crías para adueñarse de todo el espacio y el alimento disponible. Y así nace un nuevo cuco.

Durante todo este proceso, el huevo de cuco y el polluelo se enfrentan a las sospechas de los dueños auténticos del nido. Y esta es la clave de la investigación, encabezada por la científica Naomi Langmore, que hoy es portada de Nature.

Su equipo ha revisado 20 años de investigaciones conductuales y genéticas de los cucos para descubrir que tienen tasas más altas de "especiación" que otros animales.

La especiación es el proceso por el que se generan más especies a partir de una especie inicial. El árbol genético de una especie no es solo producto del azar y las combinaciones. Las ramificaciones en los árboles genéticos de los organismos tienen un sentido. Y en el caso de los cucos, precisamente, se debe, entre otras cosas a este comportamiento de parasitismo con los nidos de otras especies.

Estamos ante un mecanismo para evitar el rechazo del "huésped". Algunas veces los polluelos de cuco expulsan a las otras crías del nido. Otras veces la madre o el padre "propietario" del nido se dan cuenta y expulsan al cuco. En otras, los pájaros que han invadido la casa ni siquiera son hostiles y, simplemente, se crían junto a las crías anfitrionas.

Para conseguirlo, los autores explican que hay "un presión selectiva muy alta sobre los cucos" y eso les lleva a "una carrera" de cambios genéticos y evolutivos que "puede impulsar la aparición de contra-adaptaciones". Es decir, la especie percibe que a veces solo sobreviven los huevos o los polluelos que se parecen al huesped. Y eso les lleva, en pocas generaciones "el mimetismo de los huevos o -incluso- a que nazcan polluelos que se parecen al huésped.

Esta selección natural para imitar los distintos polluelos de diferentes huéspedes impulsa a los cucos "a una divergencia genética y fenotípica en linajes específicos del huésped, creando nuevas especies de cucos". Por ejemplo, con distintos colores, tamaños o plumajes.

El estudio parte de la base de que la comprensión de los procesos de diversificación evolutiva es todavia un arcano para la ciencia. Este estudio es importante porque señala una de las vías por las que las especies cambian lentamente: la coevolución del cuco, lo han llamado.

Javier Ruiz Martínez

Javier Ruiz Martínez

Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación en la SER. Trabajo en el mejor trabajo del mundo:...

 
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