Bendito estrés: la parte positiva de vivir atacados
Francesc Miralles nos explica cómo el estrés puede dejar de ser un problema
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A lo largo del curso de la vida acontecen diferentes situaciones que van a generar un estado de estrés, tensión o sobrecarga. A pesar de eso, el estrés en sí no es el problema, sino lo que se hace para contrarrestarlo, lo que equivale a matar al mensajero. Así, cuando alguien sale del trabajo estresado, hace cosas como…
- Derrochar en juego o en cosas que no se necesitan (consumismo compensatorio).
- Beber alcohol.
- Fumar.
- Atiborrarse a dulces.
- Ingerir comida basura o comer en exceso.
- Provocar discusiones con la pareja o la familia para "descargar" la tensión.
- Anestesiarse con tres o cuatro horas de televisión, con lo cual acabamos no durmiendo lo suficiente.
Todo esto enmascara el estrés, pero… ¿Qué está intentando decir el cuerpo? La respuesta la encontramos en algunos mensajes del libro del Dr. Martín Asuero:
"Una de las mayores fuentes de estrés en la vida es intentar ser alguien diferente de quien eres, o vivir la vida que otros esperan de ti".
"Hay un estrés positivo, que aporta enfoque, atención y productividad".
"En exceso, el estrés deja de ser un beneficio para desgastarnos sin resultados positivos".
"¿Por qué nos cuesta salir de la rueda del estrés negativo? Porque aguantar lo malo conocido resulta más fácil que asumir el miedo a lo desconocido".
¿Cómo darle la vuelta a esta situación?
- Tomar más autoconciencia. Darse cuenta de lo que se está viviendo y sintiendo. Solo se puede cambiar aquello que se ve.
- Cultivar la resiliencia. En el momento que se relativiza la adversidad, como parte de un proceso con principio y fin, se puede navegar mejor por ella.
- Mejorar las habilidades para resolver problemas complejos. Para ello se puede desarrollar la paciencia, la creatividad y el pensamiento lateral.
- Desplegando la mejor versión de uno mismo. Ampliar la zona de confort para descubrir fortalezas ocultas.
- Para sanar, a veces hay que tocar donde duele, revisar aquello que remueve. Las soluciones no irán al sofá de casa o a la pantalla del móvil. Si algo no va bien, hay que ir allí donde se encuentra el problema.