El problemón de infraestructuras que lastra a esta ciudad de Castilla y León: con un gran festival, pero sin médicos

Aranda de Duero es algo más que la ciudad que alberga el festival Sonorama Ribera, uno de los más famosos y con más afluencia de toda España. Esta localidad de la provincia de Burgos es la tercera ciudad con más industria de toda Castilla y León. Sin embargo, forma parte, como el resto de la comunidad, de la España Vaciada, y la brecha con otras regiones del país se está agrandando por la falta de infraestructuras que están poniendo el riesgo de que algunos servicios esenciales de la localidad y la comarca, así como la industria de toda la zona, corran un serio riesgo.

Dos son los problemas -la falta de una autovía que una Zamora con Soria y que lleva más de 26 años en construcción; y la falta de unión por tren de Burgos con Madrid- y muchas las consecuencias, tanto a nivel social como económico. Este es el repaso realizado en el especial Hoy por Hoy que se ha hecho en Aranda de Duero con motivo de conocer la ruta de la Denominación de Origen Ribera del Duero.

¿Qué pasa con la autovía?

La Autovía del Duero es la vía que vertebra Castilla y León de este a oeste siguiendo el curso de este río desde Soria hasta Zamora, atravesando también las provincias de Burgos y Valladolid. Este viernes 17 de mayo se cumplen 26 años, 4 meses y 20 días desde que se licitó el primer tramo de esta carretera. En ese momento se anunció que estaría operativa en 2009. Lo ocurrido en este tiempo se puede explicar a golpe de periodo electoral: se ha avanzado a trompicones, se han dejado caducar trámites y ha llegado incluso a licitarse un mismo tramo quince años después por tres veces su precio inicial. Es verdad que en los últimos años ha habido un impulso a esta infraestructura, pero aún no hay ninguna obra iniciada en la provincia de Burgos y se siguen anunciando retrasos en la puesta en marcha de tramos que tenían que haber estado operativos en 2022 y se han pospuesto hasta 2025

¿Qué pasa con el tren?

Hasta el año 2011, Aranda tenía conexión ferroviaria dentro de la línea que conectaba de forma directa el País Vasco y Madrid, a través de una línea recta que no necesitaba hacer giros ni por Valladolid ni por Zaragoza. En marzo de 2011, el derrumbe de un túnel en Somosierra cerró la línea por la vía de los hechos. Trece años después ha comenzado a estudiarse si merece la pena reabrirla. Pero sin que los estudios estén concluidos, el ministro de Transportes ya ha prevenido de que la cosa “no pinta bien”. Argumenta un elevadísimo coste para un escaso uso, apelando a datos desactualizados de en un contexto totalmente distinto al actual, tanto empresarial como ferroviario y de normativa europea, y sin incluir argumentos de rentabilidad social en un territorio de la llamada España Vaciada

¿Qué consecuencias tiene?

La pujanza industrial de Aranda la sitúa como tercer polo industrial de Castilla y León tras Valladolid y Burgos, más aún sumando la comarca de la Ribera del Duero. En breve, la Unión Europea va a obligar a que un notable porcentaje de transporte de mercancías se lleve a cabo a través de movilidad limpia. La reapertura del tren a Madrid, con salida y entrada de productos hacia el este y hacia el sur facilitaría este cumplimiento, aumentando el atractivo que ya tiene Aranda por su situación estratégica.

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Pero no es solo una cuestión económica: las malas conexiones de Aranda están afectando a servicios esenciales como la atención sanitaria: este mismo mes el actual hospital comarcal pierde el 40% de la plantilla de médicos titulares por un concurso de traslados y en la propia consejería hay preocupación por la dificultad que se avecina en cubrir estas plazas. Y uno de los motivos declarados es la dificultad para ir y venir desde los lugares en los que viven los profesionales que podrían solicitar este destino: no quieren jugarse a diario la vida por la peligrosa carretera de Valladolid y no hay trenes lanzadera desde Madrid como ocurre con Segovia

Lo bueno que tiene esta comarca es una población terca, que quiere a su tierra y no se cansa de reivindicar lo que necesita su futuro, como lo demostró hasta conseguir la construcción actual de un nuevo hospital. De hecho, ya está preparada la próxima marcha en bici a Madrid para pedir la reapertura del tren, este próximo mes de junio impulsada por la asociación de empresarios.