"No tardará mucho en repetir que ETA sigue viva"

Barcelona

Algunos aman a los cadáveres, idolatran la muerte, tienen nostalgia del enemigo que falleció. Se llama necrofilia, una palabra griega que da cuenta de que esta enfermedad, perversión o desorden mental es muy antigua. Así que no la inventa el Partido Popular. Pero la practican algunos de sus dirigentes, como Feijóo.

Su análisis de las elecciones catalanas, en las que el independentismo bajó del 40% de los votos, tras años de rozar la mayoría, y de ostentar la hegemonía en escaños, es del todo ridículo: "El procés no ha muerto porque el sanchismo lo necesita vivo", espeta, como si el resto de la humanidad fuera corto de entendederas. ¿Tanto le cuesta reconocer que en Cataluña han vuelto a ganar los socialistas, por delante de los nacionalistas y casi triplicando al PP?

Como analista merece mucho más respeto su barón territorial, Alejandro Fernández, a quien quiso liquidar y no pudo. "El veredicto de las urnas es inapelable, los catalanes han trasladado un mensaje claro y es (que) el procés se acabó". A ver si al joven Fernández le abren ahora un expediente por contradecir al patrón de la nave.

Porque erre que erre, el líder ultraconservador se aferra a los muertos. No tardará mucho en repetir que ETA sigue viva. Y a luchar contra indepes y etarras, que estos son los molinos de viento inventados a los que se enfrenta, montado ahora en el decrépito Rocinante de la xenofobia contra los inmigrantes.