Manuel Jabois: "Morderse tanto la lengua durante mucho tiempo no puede ser bueno. De vez en cuando hay que soltarla"
Yo vengo a defender ese puntito de impertinencia, ese puntito incluso de mala educación, ese momento en el que uno descubre de repente que tiene paciencia y que su paciencia tiene un límite y la obstruye obsesivamente
Madrid
Me interesa mucho hablar de este tema hoy, no por Íñiguez, que bastante tiene y su mensaje es perfectamente justificado, sino porque en general puede haber 100.000, 1.000 o 500 personas insultándote cada día. Y en el momento en que tú contestas, incluso de una forma un poco intempestiva, esa es la noticia. La noticia es una única respuesta a una campaña o sin campaña, o que no haya campaña de linchamiento a alguna persona, políticos, periodistas, futbolistas, en fin, hay de todo. Yo vengo a defender ese puntito de impertinencia, ese puntito incluso de mala educación, ese momento en el que uno descubre de repente que tiene paciencia y que su paciencia tiene un límite y la obstruye obsesivamente. Esa expresión estupenda que es perder los papeles.
Yo sé que va en contra del consejo unánime de que no hay que contestar nunca a nadie. No alimentes el troll, se dice, pero nos hace bastante humanos. Las poquísimas veces que yo he contestado automáticamente varios amigos me han respondido y me han escrito para decirme "no lo hagas, no entres, no les des importancia" fíjate la importancia que le das, porque si contestas empieza a ser noticia. La contestación es la propia noticia. No primero el ataque. Pero en mí no me gusta verlo, no me gusta verme perder la paciencia. Luego, con el paso del tiempo me reconozco humano y digo mira "esto lo he hecho, por qué lo he hecho", pero sí en otros aprecio más esa virtud, que es la virtud de no saberse controlar. En determinado momento estamos acostumbrándonos y queremos todos tener piel de rinoceronte a insultos, a calumnias, en fin, con la excusa de que eres un personaje público y de que tienes que soportarlo. No estoy hablando de mí que no he sufrido, gracias a Dios, ninguna gran campaña de ese tipo y que además llevo varios meses retirados de la red social por excelencia de ataques que es Twitter. Sí estoy en Instagram, ahí me cuesta mucho más enfadarme porque está lleno de perros salchicha y de playas y es muy complicado enfadarte con nadie que te insulte. Pero sí es cierto que veo constantemente a personas siendo objeto de ataques y teniendo que morderse la lengua. Morderse tanto la lengua durante mucho tiempo no puede ser bueno. De vez en cuando hay que soltarla.
Perder los papeles
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Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...
