"Se sentó en un bol y cagó. Llevaba un mes comiendo flores": Jacobo Bergareche cuenta una anécdota sobre Japón y deja a todo el mundo con esta cara
El escritor Jacobo Bergareche visita 'La cena de los idiotés'
Madrid
"Jacobo, te lo estás inventando", le ha dicho Montserrat Domínguez a Jacobo Bergareche tras escuchar la historia que el escritor ha contado durante 'La cena de los idiotés'. El dilema de Manuel Jabois ha sacado a la palestra algunas prácticas sexuales poco frecuentes como la coprofagia, en la que la excitación sexual se produce defecando sobre la pareja o haciendo que la pareja defeque sobre ti. Prácticas que han despertado los "archivos mentales" del propio Bergareche.
"Conozco a una persona que se fue a Japón y pidió hacer lo más extremo que hubiera. Le llevaron con unas vendas en los ojos a una casa en medio de ninguna parte. Y ahí apareció una mujer como con la piel de cristal. El tío se quedó mirando y le dijeron que no podía hacer nada. Ella se sentó encima de un cuenco y cagó. Era una persona que llevaba un mes comiendo flores, con unas flores que sacaban del bosque y cuando terminó le dieron el cuenco. El tío pensaba que iba a hacer cualquier otra cosa, pero de repente le dieron un cuenco de caca hecha por una especie de geisha que solo comía flores durante un mes", ha relatado. "No es verdad", le ha respondido Domínguez. "Te lo juro", ha contestado el escritor. "Es una preciosidad", ha insistido Bergareche, "es el tránsito de una flor a través de una mujer muy bella". "Hay gente para todo. Estaba buscando lo más heavy que pudiese ver, pues se encontró con eso", ha recordado.
La historia del escritor ha desatado las risas y las caras de incredulidad durante 'La cena de los idiotés', pero la cosa no se ha quedado ahí. El propio Bergareche ha recordado la historia de uno de sus amigos que ligó con una chica de Bilbao y que le pidió que le "cagara encima". "Él estaba en Madrid y decidieron quedar para echar un polvo en Burgos porque estaba en el centro. No es que Burgos sea una ciudad que llama el erotismo. Y entonces, la tía, en un momento, le dice, oye, te va a parecer muy raro lo que te voy a pedir, pero bueno, es mi cosa. Quiero que me cagues encima. Él se quedó parado, no sabía si iba a ser capaz. Cuando volvió nos lo contó", ha relatado.
Todos pensaban, ha dicho Bergareche, que no iban a verse más, pero no fue así. "Siguen quedando. Dice que la relación va en serio. En vez de dejarlo con ella, lo ha dejado con todos los demás porque somos testigos del secreto.", ha confesado. Ya no saben nada más de él. "Los únicos que lo saben son los servicios de limpieza de Burgos", ha dicho Jabois entre risas. "Mi consejo es que si alguna vez os enrolláis con alguien que sea coprófago, no se lo digáis a nadie", ha asegurado Bergareche.
Después de escuchar ambas historias, Montserrat Domínguez ha querido poner una reflexión encima de la mesa: "¿Pero no es un poco hipócrita? Todas las fantasías sexuales existen. El porno explota muchas de estas manías e ideas que tiene mucha gente y que no confiesan, como en el caso de la coprofagia, porque resulta tal... pero existir, existen. Seguro que hay grupos y gente aficionada".
"Se sentó en un bol y cagó. Llevaba 1 mes comiendo flores": Jacobo Bergareche cuenta una anécdota sobre Japón
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