¿Se puede medir el mal de manera objetiva?

En el ámbito jurídico, se emplean diversas herramientas para determinar si una persona ha actuado con plena libertad o si su comportamiento fue influenciado por alguna patología mental.

En el experimento de Benjamin Libet, se solicitó a un grupo de voluntarios que movieran sus muñecas y que indicaran en qué momento exacto habían tomado la decisión de hacerlo. Los resultados sorprendieron al revelar que las neuronas cerebrales responsables del movimiento se activaban antes de que los sujetos manifestaran haber tomado esa decisión, sugiriendo que nuestras decisiones pueden ser el resultado de procesos cerebrales inconscientes.

¿Cómo los juristas deciden si una persona es consciente de sus actos?

En el ámbito legal, el Código Penal proporciona pautas para determinar la responsabilidad criminal en casos donde la capacidad de discernimiento está comprometida debido a anomalías o alteraciones psíquicas. Es fundamental analizar el comportamiento anterior y posterior al delito, así como las circunstancias específicas de cada caso. Para que no se aplique el beneficio penal el Fiscal tendría que probar:

1. Voluntariedad de la conducta inicial. Se valorará si el individuo decidió voluntariamente involucrarse en acciones que sabía eran constitutivas de un ilícito.
2. Consciencia de las repercusiones. Se examina si el imputado sabía que su conducta inicial podría derivar en una infracción.
3. Relación de causalidad. Se debe establecer si existe una correlación entre el actuar inicial y el delito en el que este desembocó.
4. Valoración del caso en concreto. Para analizar las circunstancias específicas, se tienen en cuenta pruebas periciales, testimonios de testigos y demás, que resulten pertinentes.