Daniel Innerarity: "Es importante que Sánchez haga creíble que esto no es una cuestión que ahora le preocupa porque le afecta a él"

Madrid

El filósofo Daniel Innerarity ha analizado en Hora 25 la declaración del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que ha anunciado que no dimitirá. "Lo he visto decidido a afrontar una nueva etapa de la que hoy por hoy no sabemos qué contenido va a tener, esa es la asignatura pendiente", ha dicho a preguntas de Aimar Bretos.

Innerarity afirma que han sido días "extraños", como extraña es la situación del país, y que el proceso iniciado por el presidente con la publicación de la carta fue "un poco extravagante". Pero no es ahí donde hay que poner el foco, viene a decir el pensador. "Yo creo que a veces nos fijamos más en el dedo que en la realidad que está apuntando. El dedo está apuntando a una realidad que hay que abordar colectivamente entre los partidos, los agentes y los medios, y ese debería ser el núcleo de un problema".

Considera el filósofo que "el país necesita una regeneración democrática absolutamente" porque "el tipo de cultura política que se está configurando es manifiestamente mejorable". Para iniciar ese camino, dice, "es importante que Sánchez haga creíble que esto no es una cuestión que ahora le preocupa porque le afecta a él, sino que realmente quiere que salgamos de aquí con un principio universal, que para todos los poderes políticos valgan las mismas reglas".

¿Cuántos shocks emocionales más podemos resistir como sociedad? Se preguntaba Bretos. "Hay una sensación de que en cada elección nos jugamos el futuro de la nación, en cada momento político están en juego demasiadas cosas muy serias, que nos falta un sentido de continuidad", ha respondido Innerarity, que hacía referencia a la trituradora en la que se ha convertido la política. "Ni los partidos políticos ni los electores concedemos una segunda oportunidad a los líderes. La política es una máquina trituradora porque sólo tienen una bala y el hecho de que sólo tengan una bala genera una especie de angustia que se contagia y que impide ese mínimo de serenidad que ha de tener uno para el consentimiento de los perdedores, que aunque pierdas tendrás una segunda oportunidad". Concluye el filósofo que este aspecto es transversal, afecta a todos en el abanico político. "Es algo estructural, preocupante. Creo que sería bueno que las fuerzas políticas contribuyeran a su desaceleración".