Voz

Madrid

Cualquier día valdría para ocuparnos en la radio de esta palabra, pero hoy que celebramos el Día Mundial de la Voz nos parece idóneo. El término nos llegó del latín vox que, siglos antes de ser un diccionario o un partido político, ya nombraba en la Antigua Roma tanto el sonido producido por la vibración de las cuerdas vocales como las palabras articuladas gracias a ese instrumento natural, a las que también llamamos vocablos, que, aunque nos suene a boca, se escribe con uve. Por antonomasia también llamamos voz a una persona referente en una profesión que trabaja con ella. Por eso nosotros, aparte de personas, somos voces de la radio.

De la originaria voz latina llegaron muchos ecos a nuestra lengua. Perfectamente identificables en palabras como vocear o vociferar, más sutiles en verbos como convocar o en sustantivos como vocación, que literalmente es la acción de llamar. Vocablos que provienen del vocare latino y que tiene las mismas raíces. Como la voz tiene sus días y sus percances, a veces tenemos un torrente de voz y otras, apenas un hilo. Y como la voz se modula, la lengua también lo ha hecho para nombrar la gradación. Así hablamos en voz baja, a media voz, en voz alta, a voces o a voz en grito, que es el sumum. Y cuando nos interesa que algo se conozca hacemos correr la voz hasta que la cosa se convierte en un secreto a voces. Seguramente, un Cicerón renacido entendería sin problema todas estas locuciones. Algo más le costaría comprender qué le estamos contando si le decimos que le hemos dejado un mensaje en el buzón de voz.