Abril Zamora afronta el reto de A las Bravas en una prueba más difícil que ser profesora de los concursantes de Operación Triunfo

Madrid

Estaría bien saber qué prefiere Abril Zamora: interpretar el papel de una presa adicta a las drogas, dar clase a más de una docena de concursantes y aspirantes a cantantes con los nervios a flor de piel o enfrentarse a ocho patatas picantes junto a un hombre que imita voces que, en ocasiones, ni conoce. Puede que la respuesta no está muy clara, pero sí se puede afirmar que no ha sido un camino de rosas.

Muchas personas conocieron a Zamora por su participación, aunque corta, en la serie Vis a Vis, cuya repercusión y audiencia fue muy alta: "Qué suerte, porque salía muy poquito en realidad, pero la gente me tiene mucho cariño. Me sigue recordando eso porque el fan, el fenómeno fan que tuvo esa serie, fue súper exagerado, increíble". Su personaje, Luna, es politoxicómana, y ha querido contar qué es lo que más le engancha ahora mismo: "Irme tranquila a la cama, eso es lo que mejor me engancha. O sea, eso es lo que más me gusta últimamente. Eso es lo que más disfruto. Eso es lo que me resulta más adictivo. Irme sin temas muy abiertos de con otra gente, sin mucho conflicto".

La figura de Abril Zamora como profesora en la última edición de Operación Triunfo ha sido clave para sus concursantes, especialmente en el trato tan cercano que ha tenido con ellos durante toda su estancia y, tal como ha apuntado Pérez, con un rol casi de psicóloga: "Es peligroso eso, porque luego mucha gente me escribía por Instagram para que las ayudase. Yo no soy psicóloga y a los chicos y chicas se los decía. Yo te hablo como amiga, como asesora, pero no soy psicóloga, entonces creo que era un poquito arriesgado en muchos momentos, porque claro, yo no soy de método, yo no exploro mis vivencias para aplicarlas al trabajo".

También ha contado cómo ha sido afrontar con los concursantes malas galas o actuaciones con las que no se sintieron satisfechos: "Haciéndolo desde la

verdad. Quiero decir, siempre intentas maquillar un poco la realidad para que la gente no se sienta muy mal. Es que es muy difícil la presión que tenían ahí. Como están sin teléfono, encerrados y tal, cualquier estímulo del exterior, ya sea una mala reacción porque has desafinado, te hunde muchísimo durante toda la semana. Entonces yo intentaba pues apoyarles al máximo".

Zamora también tiene otra faceta: la escritura. Recientemente ha publicado su novela 'Ana ha besado a otro', que gira alrededor del amor y la infidelidad: "Yo realmente soy esa persona aburrida que siempre he sido fiel. Me apetecía realmente hablar de que creo que hay una cosa educacional que hace que no disfrutemos mucho del sexo, de las experiencias, por una construcción social que tiene que ver con la educación. Es cierto que, si tienes un pacto de monogamia con tu pareja, a lo mejor un beso cuando estás borracha en una fiesta tampoco creo que tenga que sea algo tan grave".