"Qué vergüenza da"

Madrid

Si le pones cara a cada uno de ese medio millón de inmigrantes no regularizados, que gracias a la iniciativa legislativa popular llegaron ayer al Congreso. Si les reconoces como lo que son, gente con la que nos cruzamos todos los días y muchas veces, porque trabajan duro y en todo lo que pueden, y están en muchas partes. Si sabes por lo que pasó hasta conseguir la legalización la persona que te ayuda en casa o la que te atiende en el súper. Si has firmado avales que les piden para alquilar una vivienda, papeles que nunca te pedirán a ti.

Si les pones nombres, voz, acentos, si admites que aceptan con infinita paciencia nuestros requisitos más caprichosos. Si te das cuenta de la suerte que tenemos de no movernos en un país denso y uniforme como un mazacote de gachas, sino en uno que es un mosaico luminoso y variado y colorido, en gran parte gracias a los que vienen a trabajar.

Si les pones hijos, si les piensas en casa, si te interesas por cómo van las cosas en el país del que vinieron, en la familia que dejaron. Si te alegras de que les surjan oportunidades. Si te planteas todo eso, qué vergüenza da que tengamos que empezar ahora a debatir y a racanear y a enmendar si a ese medio millón de seres humanos se les va a regularizar y cómo.