El PSOE achica el espacio a Sumar y tensa la relación con Yolanda Díaz
La eliminación de los visados de oro para extranjeros que invierten en vivienda es la última propuesta a la que el ala socialista del Gobierno se apunta tras responder con evasivas cuando la planteaba el socio minoritario de la coalición. Sumar no oculta el malestar por la actitud del PSOE en un momento en el que la coalición trata de recuperar la iniciativa frente a la derecha ante el ciclo electoral
La líder de Sumar, Yolanda Díaz (d), y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), tras firmar el acuerdo para formar Gobierno / Emilio Naranjo (EFE)
Sin Presupuestos y sin capacidad para sacar adelante los compromisos legislativos por el bucle electoral en el que se encuentran inmersos sus socios, el PSOE busca la forma de contrarrestar la ofensiva de la derecha por la amnistía o el caso Koldo. La Moncloa quiere marcar su propia agenda y poner el foco en la gestión del Ejecutivo, aunque eso suponga, a menudo, achicar o pisar el espacio político de sus socios de Sumar.
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El ala socialista del Gobierno ha puesto en marcha una estrategia para, durante las próximas semanas, ir haciendo anuncios relacionados con cuestiones que creen que pueden servir para contraponer su modelo frente al que implementa cuando gobierna el Partido Popular. La semana pasada los socialistas lo hicieron con la ley de Memoria Democrática, que intentan derogar PP y Vox en la Comunidad Valenciana o Castilla y León, y ahora buscan poner el foco en la vivienda.
Con esa intención, el presidente del Gobierno ha anunciado que el Consejo de Ministros va a dar este martes el primer paso para eliminar las conocidas como 'Golden Visa', los visados de oro que se conceden a extranjeros a cambio de invertir más de medio millón de euros en la compra de una vivienda. Los socialistas ponen en marcha una iniciativa que sus socios minoritarios venían reclamando desde hace meses y que hasta ahora habían declinado aprobar.
Desde el equipo de Yolanda Díaz aseguran que esta era una de las ideas que hasta el mes pasado formaba parte de la negociación de los Presupuestos con el PSOE, pero que el departamento de María Jesús Montero se negaba a implementar. Sumar la había planteado en el Congreso como parte de un plan para el turismo y no contó con la aprobación del Grupo Socialista que en febrero de este mismo año se desmarcó. La propia ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, durante su primera comparecencia en Comisión tras la investidura, evito comprometerse con esa petición.
La sensación entre los partidos que forman parte de la coalición de Yolanda Díaz es de que el PSOE, de forma intencionada o no, le está arrebatando banderas que tradicionalmente han agitado desde su espacio político. Fuentes de Sumar creen que esta estrategia va en contra de los intereses de la coalición y explica parte de la desmovilización que experimenta su electorado.
Reconocimiento de Palestina como Estado
Pero el de las 'Golden Visa' no es el único ejemplo. Los socialistas han logrado capitalizar otros asuntos que históricamente han defendido de forma mas clara partidos como Podemos o Sumar.
El posicionamiento de España sobre la ofensiva de Israel en Gaza es uno de los asuntos en los que el PSOE ha acotado su margen de actuación. A mediados de febrero la vicepresidenta segunda anunciaba un viaje inminente a Cisjordania para reunirse con su homólogo palestino, el ministro de Trabajo Nasri Abu Jaish, con la intención de pedir sobre el terreno un alto el fuego.
La visita coincidía con el intento del presidente Sánchez de situarse como el líder europeo con una posición más crítica con el gobierno de Netanyahu. El mismo día que la líder de Sumar comunicó su intención, Exteriores negó que el Ejecutivo estuviera preparando ningún viaje de la vicepresidenta segunda. El departamento de Albares insistió en aclarar que la estrategia en política exterior la fija el presidente del Gobierno.
Ley de amnistía
El patrón se ha repetido con la negociación de la ley de amnistía. Yolanda Díaz fue la primera dirigente de la coalición, que tras las elecciones del 23J, visitó al expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, con el objetivo de impulsar las negociaciones para lograr un acuerdo de investidura con Junts. La vicepresidenta, entonces en funciones, trató así de abrir camino al debate sobre la necesidad de un pacto a cambio del apoyo de los siete diputados independentistas. Díaz formó un grupo de trabajo que elaboró una primera propuesta, rápidamente desautorizada por los negociadores de Ferraz que la acusaron de precipitarse. Tras semanas de conversaciones discretas entre PSOE, ERC y Junts el papel de Sumar en este asunto también se diluyó.
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