¿Quién restituye el daño personal y profesional hecho a Mónica Oltra?

Madrid

Ayer conocimos el archivo de la causa contra Mònica Oltra que llevó a dimitir a la que entonces era vicepresidenta del Gobierno valenciano, vicepresidenta de un gobierno progresista fruto del Pacte del Botànic. Fue una campaña contra ella difícil de soportar, con la ultraderecha a los mandos judiciales, políticos y mediáticos. La acusaban de haber encubierto los abusos sexuales a una menor tutelada, cometidos por su exmarido. El exmarido fue juzgado y condenado por ello, está en la cárcel, y a ella y a un notable grupo de colaboradores les acusaron de encubrir los hechos. Unas acusaciones sin ningún fundamento, como demuestra el archivo de la causa, que fueron utilizadas por la ultraderecha y también la derecha del PP para desgastar al Gobierno valenciano. En la Comunitat Valenciana gobierna ahora el Partido Popular en coalición con Vox.

Durante dos años, Mònica Oltra fue objeto de brutales ataques y argumentos reiterados de tertulias y portadas de periódicos, algunos de los cuales hoy, por cierto, omiten la información del archivo de la causa. Y veremos cuántos minutos le dedican las tertulias televisivas que hablaron de ella un día sí y otro también. Y quizás por aquí debería empezar la reparación, por dedicar el mismo tiempo informativo a hablar de los argumentos del juez para archivar la causa, entre ellos el no haber encontrado un solo indicio de que se dictara orden o instrucción alguna que emanara de la Consejería de Oltra dirigidas a ocultar los hechos o desacreditar a la menor, pues que se dedicara el mismo tiempo a esto que el que se dedicó a atacar a la exvicepresidenta del Gobierno valenciano.

Porque sin esa campaña que tenía, y es evidente, un objetivo exclusivamente político, y que no se puede negar que a la derecha y a la ultraderecha le funcionó, ¿qué hubiera pasado en las elecciones sin esa imputación?, ¿y ahora que pasa? ¿Quién restituye el daño personal y profesional hecho a Mónica Oltra? ¿Le van a pedir perdón todos aquellos que sin pruebas la acusaron de un delito que no cometió? Porque ella fue el elemento que necesitaban los que querían acabar con el Pacte del Botànic, fue el daño colateral de una operación que tenía otro objetivo. Pero ahora, ¿quién y cómo se repara el daño que ella ha sufrido, si es que esto es posible?

Esto debería servir de lección frente a las prácticas antidemocráticas que lamentablemente parecen haberse instalado en nuestra vida política, judicial y mediática. Pero, lamentablemente, esto no va a pasar.