Luis García Montero: "Ya hemos resucitado a Jesús y la vida sigue"

Ya estamos de vuelta, ya hemos resucitado a Jesús y la vida sigue. A esta mañana de abril le gustaría resucitar también a 33.000 cadáveres crucificados en la masacre de Gaza, o a los miles de muertos provocados por la invasión de Ucrania, o a los centenares de ahogados en las aguas del Mediterráneo, en lo que llevamos de año.

Pero como resulta imposible, este martes de abril se limita a cultivar la esperanza pensando en el tal vez de un navegante anónimo que no se llama Colón, ni Magallanes, ni Nelson, ni el vikingo Rojo, ni el pirata Francis Drake, sino Yoro Kaliso, que no busca ningún imperio, ni pretende un botín, ni siquiera un periódico.

Tal vez las olas permitan que su patera llegue a la Isla del Hierro. Tal vez no lo encierren en un centro de internamiento. Tal vez la noche desesperada del suicida no lo busque en una celda del castillo de los ilegales. Tal vez no le peguen una paliza en una plaza de Alemania o de Lavapiés por el color de su piel o por hablar en un idioma extranjero. Tal vez no se muera en Londres, en la soledad de su cuerpo, a causa de un tumor sin médicos ni tratamiento.

Tal vez, tal vez sea feliz y conozca la vida que le prometen los anuncios de televisión, y encuentre trabajo, y escuche su nombre, Yoro Kaliso, en unos labios enamorados. Eso le gustaría a esta mañana de abril, en esta primavera de lluvias, que vive en el tal vez, como Yoro, coma cada uno de nosotras y nosotros.