España se resiste ante la tasa turística mientras se contagia por toda Europa: es uno de los países más visitados del continente con el impuesto menos generalizado

Madrid

La tasa turística es un impuesto que paga el turista por pernoctar en un alojamiento hotelero oficial. Está vigente en 20 países europeos. 137 ciudades, entre las que están las más turísticas.

Las tasas más caras las tienen ahora mismo ciudades como Roma -que cobra 7 euros por persona y noche- París, Nápoles, Turín o Venecia -donde hay un recargo de 5 euros por cada noche que el visitante pase en esas ciudades-. Se cobran a todos los mayores de 16 años. Hay posibilidad de descuento y los gerentes son los responsables de transferir el dinero a las autoridades.

Grecia cobra hasta 4 euros por persona y noche, Portugal unos 2 euros, y hay otras ciudades como Berlín, Viena, Ámsterdam o Rotterdam que lo que hacen es cobrar un porcentaje extra del total de lo que cuesta la habitación. En Berlín es un 5 por ciento del precio de la estancia y en Rotterdam ese porcentaje se sitúa en torno al 7 por ciento.

¿Qué pasa en España?

Cataluña y Baleares la aplican desde 2012 y 2016, respectivamente. En Baleares las más altas son las de Palma, Mallorca, Menorca e Ibiza -de 1 a 4 euros por persona y noche-. En Cataluña el precio oscila entre los 50 céntimos y los 2,25 euros. En España no está teniendo mucho éxito, por tanto.

Algunos expertos señalan que se debe al desconocimiento de las partes implicadas. "Hay que gestionarlo con transparencia. Que se conozca para qué está destinado el dinero recaudado y saber cómo se pueden paliar los efectos negativos del turismo.

Si se gestionara así, todas las partes verían el beneficio de aplicar la tasa, que al final es una cantidad no muy elevada", nos explica Isa Torres, Consultora en turismo sostenible y profesora de la Universidad Europea de Valencia. La experta no cree que pueda frenar el turismo de un lugar, "no conozco a nadie que busque un lugar para ir de vacaciones y mire antes si en esa ciudad se cobra la tasa turística".

Euskadi está estudiando implantarlas. Andalucía ha dicho que las rechazará si van en contra del sector y en La Comunidad Valenciana, el Gobierno del PP y Vox, decidieron derogar la medida antes de empezar 2024. En la Comunidad de Madrid se opusieron hace años porque perjudicaba a los hosteleros.