Las autoridades rusas han elevado este domingo a 137 el número de muertos y a 180 los heridos, tras el atentado terrorista este viernes en la sala de conciertos del Crocus City Hall, a unos 20 kilómetros del centro de Moscú. «Hasta el momento, en el lugar del ataque terrorista han sido hallados los cuerpos de 137 personas, entre ellos tres niños», ha señalado el Comité de Instrucción Ruso en un comunicado. Además, ha confirmado que 62 cuerpos han sido ya identificados y «se están realizando exámenes genéticos para establecer las identidades» de las otras víctimas mortales. De acuerdo con medios rusos, algunos supervivientes del atentado tardaron más de un día en solicitar ayuda médica porque se encontraban en estado de shock. La mayoría de los heridos se encuentran en el hospital recuperándose de las heridas y del estrés postraumático. Las fuerzas de seguridad han detenido hasta el momento a 11 personas vinculadas con el atentado, cuatro de las cuales participaron personalmente en la matanza, según las autoridades. Todos ellos han llegado este domingo a la sede de la Comisión de Investigación de Rusia para prestar declaración y además, se ha ordenado un examen de las armas incautadas. Por su parte, la ciudadanía rusa vive un día de duelo nacional y desde tempranas horas de la mañana los moscovitas llevan flores al lugar del atentado, mientras las banderas rusas en todas las instituciones estatales ondean a media asta. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha acudido al memorial de las víctimas y ha encendido una vela en honor a las víctimas, donde también se ha guardado un minuto de silencio. Putin condenó el sábado los ataques y aseguró que los responsables del atentado serán «castigados». «Todos los autores, organizadores y los que encargaron este crimen recibirán un merecido e inevitable castigo, sean quienes sean e independientemente de que los hayan enviado», dijo Putin durante una alocución televisiva. No obstante, cuestionó la autoría del ataque, que fue atribuida por el Estado Islámico y señaló a Ucrania como responsable, tras detener a los terroristas cuando trataban de huir a través de la frontera ucraniana. «A los terroristas, asesinos y bestias, que no tienen ni pueden tener nacionalidad, les espera un funesto destino: venganza y olvido. No tienen futuro», se ha dirigido este domingo, recordando que los rusos conocen de primera mano lo que es la amenaza terrorista, en clara alusión a los atentados perpetrados hace años por la guerrilla islamista del Cáucaso.