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Ciencia y tecnología

"Es como ordeñar las nubes": la técnica con drones para conseguir que llueva más y que ya utilizan algunos países

La siembra de nubes es una técnica que se lleva utilizando décadas en países como China o EEUU y en Hora 14 nos preguntamos si se podría usar en España para paliar futuras sequías

"Es como ordeñar las nubes": la técnica con drones para conseguir que llueva más y que ya utilizan algunos países

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Madrid

Ver el cielo como el suelo. Ver las nubes como los acuíferos. "Todos nos hemos acostumbrado a que puedes hacer un poz porque hay agua en el subsuelo, y vemos pasar el agua por encima de nosotros y decimos 'no, no, eso no se toca'. Hombre, pues a lo mejor hay que ver qué pasa ahí arriba, porque también podríamos hacer lo posible para mejorar la capacidad que tienen las nubes que son profundísimamente ineficientes para producir agua", explica José Luis Sánchez, que es catedrático de Física Aplicada, en concreto, de Física de Nubes.

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Últimamente, se han hecho virales vídeos que muestran imágenes de tormentas en Dubai y se asegura que la lluvia es falsa y está creada por el Gobierno de forma artificial. Pero esto no es así, o al menos no exactamente así. La lluvia sí es real, es agua con la misma composición que cualquier otra gota de lluvia de cualquier otra parte del mundo. ¿Su peculiaridad? Que es agua 'ordeñada'. Cada nube está formada por cientos de miles de gotas microscópicas de agua. Esas gotas "las gotas van creciendo porque colisionan unas con otras. Si hacemos una actuación que genere más colisiones podemos incrementar la precipitación, lo que podríamos llamar ordeñar la nube, de alguna forma", explica Juan Esteban Palenzuela, portavoz de la AEMET.

Es decir, no se crea agua, sino que se "exprime" la nube para aumentar su potencial: "Si una nube va a dar algo de precipitación, que dé un poquito más. Y ese poquito más a veces es suficiente. Es un 20%, es decir, si van a caer cinco litros por metro cuadrado, que caigan seis. No es mucho, pero claro, en situaciones donde el agua es un recurso muy escaso, ese 20% más puede ser una ayuda", explica Sánchez.

Y, ¿cómo se hace? Primero está el proceso tradicional, descubierto a mediados del siglo XX, que consiste en soltar en determinadas nubes ioduro de plata -que no es tóxico para humanos ni animales, ni tampoco contaminante- para estimular las nubes y que suelten un poco más de agua cuando vaya a llover.

En los últimos años, se está intentando una nueva técnica: enviar drones que emiten una serie de cargas eléctricas que generan que la humedad que hay en el ambiente se transforme y pase a gotitas nubosas. "Si las condiciones metodológicas son unas muy determinadas, lo que hace es iniciar la formación de una nube y si esa nube a su vez ha tenido una buena entrada de humedades de abajo y puede desarrollarse hacia arriba, entonces sí que podría aumentar un poquito la lluvia", cuenta el catedrático de Física Aplicada.

No acaba con la sequía, pero la disminuye

Eso sí, Sánchez advierte de que "soluciones milagrosas no hay, es decir, esto de llegar con una varita mágica y decir 'voy a acabar con la sequía'. Bueno, quien diga que va a acabar con la sequía, de entrada, no está diciendo la verdad. Otra cosa es que digas 'mira, voy a aprovechar los días donde llueve un poco para ver si llueve un poco más'". Y añade: "En este momento todavía estamos a años luz de poder decir: 'que llueva a voluntad'. Pues no, no es posible".

Entonces, ¿cómo se puede utilizar, para qué serviría? No para paliar una sequía que ya esté en marcha, porque "si no hay nube, no hay nada que hacer". "Si el cielo está azul, olvídalo. Si la nube no tiene suficiente espesor como para que pueda ella misma a llover, nada que hacer; absolutamente nada que hacer", asegura. Para lo que sirve es para prevenir esas sequías, para que las zonas en las que suele haber sequía lleguen a ella, al menos, en mejores condiciones.

"Lo que hay que hacer es, los años donde hay más condiciones de ese tipo, llenar los embalses a tope. Cuando tú tienes sequía, ya quiere decir que no hay nubes, entonces ya mal vas. Pero cuando tienes agua, que es cuando todo el mundo se olvida, 'ah ya hay agua suficiente', bueno, tú embalsa, tú haz como las hormigas. Vete guardando para, cuando luego no haya tanta, puedas utilizarlo", recomienda.

China, Rusia, Emiratos Árabes o EEUU ya lo hacen

Es lo que hacen en China, Rusia, Emiratos Árabes o Estados Unidos: "En California lo llevan haciendo desde hace casi 50 años e incluso el Estado de California lo ha declarado como obligatorio: es decir, si la empresa o quien lo hace deja de hacerlo, alguien tiene que retomarlo porque dependen enormemente de ese pequeño incremento".

Aunque "quien está invirtiendo más dinero y recursos y esfuerzos es clarísimamente China". "China tiene unos 1.200 millones de personas y su historia siempre ha sido la lucha contra las hambrunas. Claro, si llueve menos, ¿qué haces con la población? ¿La trasladas así porque sí? Y China lo que está haciendo es una investigación con un montón de recursos", señala el físico.

¿Robas el agua a tus vecinos? ¿Contaminas?

Pues ni una cosa, ni la otra. No robas el agua a nadie, porque las nubes tienen agua más que de sobra. "El agua que tiene una nube es muchísima y apenas suele precipitar un tres, un cuatro, un cinco, un ocho por ciento de lo que tiene. Por tanto, queda agua a punta pala", indica Sánchez. Para hacernos una idea, una tormenta grande puede tener hasta un millón de toneladas de agua que, obviamente, no llegan a caer (afortunadamente para quien esté debajo).

Estos procesos tampoco contaminan: "Las medidas que se han hecho incluso en muchas zonas donde se creía que podía haber contaminación han llegado a la conclusión de que absolutamente nada de nada, que la concentración luego en el agua es de parte por billón. Billón, ¿eh? Que son muchos ceros, es decir: nada".

Y sobre las dudas que algunos científicos han mostrado sobre la conveniencia o no de modificar los ciclos del agua, pone Sánchez un ejemplo que desmonta esas dudas. "En Australia, en los Montes Nevados por el calentamiento global está disminuyendo la caída de nieve y los ecosistemas están cambiando. ¿Y qué es lo que han hecho? Pues hacer proyectos de incremento de nieve para mantener los ecosistemas de forma tradicional", concluye.

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Adrián del Pozo

Adrián del Pozo

Periodista de informativos en los fines de semana. He pasado por la sección de Sociedad y por las radios...

 
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