Debieron revisarlos

Madrid

No hay que deprimirse, aunque haya tantos datos que nos empujen a ello. Como los casos de corrupción, por ejemplo. Hay que pararse, sin embargo, a pensar un minuto y nos daremos cuenta de algo positivo: en España se investigan los posibles casos de corrupción y, cuando se demuestran, se castigan con severidad. Hay bastante gente ahora en la cárcel por ese motivo. Eso es fundamental. Sería mucho más preocupante que creyéramos que todo funciona como la seda en administraciones y partidos, cuando esa no es la realidad. Dicho eso, lo siguiente es tener los mecanismos necesarios para adelantarse e impedir que ocurran. En las historias que van levantando los medios de comunicación, las más desagradables son, sin duda, las relacionadas con las comisiones cobradas por la venta de mascarillas en plena pandemia de la covid. Era esperable que, acuciados por la urgencia de salvar vidas, las administraciones compraran material sanitario deprisa y corriendo, sin prácticamente control. De hecho, los llamados procedimientos de urgencia en la licitación pública permiten saltarse esos requisitos. Pero lo que no permiten es olvidarse de controlar esos contratos “ex post”, es decir, pasada la urgencia. Todas las administraciones debieron revisar, con calma y profesionalidad, los contratos firmados, su procedencia y su calidad. Y si no se ha hecho, aún debe hacerse.