Todos los secretos de las margaritas

Las margaritas sudafricanas que tenemos en la terraza de la SER nos van a servir para hablar de varias cosas. La primera, de su estructura floral. También nos servirán de maestras de ceremonia para hablar hoy de unas pocas plantas de floración muy larga, para que los oyentes se animen a hacerse con alguna o con todas, y así alegrar sus ventanas y balcones.

Vamos a comenzar por la estructura floral de las margaritas.

Mira una flor con detenimiento. Obsérvala bien. ¿Ya? Pues lo que ves no es una flor, es un conjunto de flores. Fíjate en una sola margarita. Verás cómo está formada por una infinidad de minúsculos puntos. Cada uno de ellos es una pequeña flor. En una sola margarita podemos tener cientos de flores, algo maravilloso. Además, las flores de los bordes se adornan con lo que popularmente llamamos pétalo: es una flor ligulada, porque tiene lígula.

Cuando veas un girasol, piensa que estás mirando cientos de flores. Cada pipa que dé ese girasol anteriormente era una flor. Su inflorescencia se llama capítulo. Es la estructura más común en la familia de las margaritas, familia que recibe el nombre de Asteraceae (asteráceas), por sus flores que se parecen a astros, a estrellas.

Anteriormente se llamaba Compositae o de las compuestas. A mí, un capítulo, una margarita, me recuerda a una bandeja plana llena de florecitas, donde cada una se queda muy pegada a la otra, formando ese disco floral tan bello, como en el girasol que mencionas.

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Cada una de estas minúsculas flores que tienen las margaritas, ¿son macho o son hembra?

Pues lo normal es que sean hermafroditas, macho y hembra a la vez. Mira ese polvo anaranjado que tiene la flor de la margarita sudafricana: es el polen, que lleva la carga genética masculina. Pero al pie de los estambres, que producen ese polen, en esa misma pequeña flor también está la parte femenina. Las flores que se han abierto tienen ese polen anaranjado visible, y verás que se abren desde la parte exterior, donde se localizan los pétalos, hasta el interior. Así que sabes lo que le queda de vida a una margarita si observas la apertura de sus florecitas: si la parte central de la margarita todavía no tiene polen, no han abierto sus flores, y, por lo tanto, le quedan todavía unos días más de vida. En el caso de los girasoles, como tienen una miríada de flores, su floración se alarga semanas y semanas.

¿Cuántas especies de margarita hay?

Hay una locura de variedades. De hecho, la familia de las margaritas es la más grande del reino vegetal, con entre 25.000 a 35.000 especies, según los estudios. Esto representa ni más ni menos que el 10% de las plantas con flor, según una investigación de 2019.

¿Qué otras familias de plantas hay que tengan tantas especies?

Pues dos también muy conocidas por todos, como la familia de las orquídeas (Orchidaceae; orquidáceas) y la familia de las leguminosas (Fabaceae; fabáceas). La de las orquídeas cuentan con entre 28.000 a 30.000 especies, mientras que la familia de las leguminosas “solo” tiene unas 20.000 especies. Estas tres familias son muy importantes en jardinería, pero también para la alimentación humana. De la familia de las margaritas comemos la lechuga, la achicoria, la alcachofa o el girasol, del que se extrae su preciado aceite también, además de acompañarnos con sus deliciosas semillas que son las pipas. De la familia de las leguminosas hay una infinidad de plantas comestibles: el guisante, el haba, la judía, el garbanzo, la soja… Y de las orquídeas, ¿qué sería de las heladerías sin la vainilla, que es el fruto de una orquídea trepadora?

Vamos a mencionar ahora a algunas otras flores con floraciones largas, alguna de la familia de las margaritas:

• Gallardía (Gaillardia spp.)
• Margarita amarilla sudafricana (Euryops chrysanthemoides)
• Margarita mexicana (Erigeron karvinskianus)
• Gazania (Gazania spp.)
• Coreopsis (Coreopsis grandiflora)
• Margarita del Cabo (Osteospermum ecklonis)
• Caléndula (Calendula officinalis)
• Tagete (Tagetes erecta)
• Rudbekia (Rudbeckia fulgida)
• Matricaria (Tanacetum parthenium)

Así que aquí tenemos un listado de margaritas de todas las formas, alturas y colores para disfrutar con esta familia tan florífera, pero hay una infinidad más de especies. Muchas son perfectas para cultivar en maceta, así que el espacio no es un problema.

¿Tiene que ver algo que hayas metido al estudio la jardinera con el diente de león?

Por supuesto, porque el diente de león (Taraxacum officinale) también es de la familia de las margaritas. Mira qué belleza de floración; me gusta mucho recomendar que se cultive un diente de león en una maceta, es perfecto para enseñar a los niños sus ciclos. Como es una planta extremadamente resistente, puede crecer casi en cualquier lugar. Un diente de león en una ventana hará flotar sus semillas por la calle en le vivamos, y colonizará los alcorques de los árboles de esa calle. Eso traerá beneficios al árbol y a la pequeña fauna de nuestra población, da igual que sea un pueblo o una ciudad. Nosotros soplamos las semillas por la terraza de la radio, y estoy seguro de que hay algún hijo de este diente de león carabanchelero creciendo en algún lugar cercano, alrededor de la Gran Vía madrileña.