Taxi
"Es una apócope de la parte, el taxímetro, un invento del alemán Wilheim Bruhn que fue bautizado en 1891 con antiguas palabras griegas: táxis, tasa, y metrón, medida"
Madrid
Hoy el taxi nos lleva al rico mundo de la sinécdoque, esa figura retórica que permite nombrar, por ejemplo, el todo por la parte, ya sea cuando hablamos de "cabezas de ganado" o de "las voces de la radio". En este caso el todo es el taxi, que es una apócope de la parte, el taxímetro, un invento del alemán Wilheim Bruhn que fue bautizado en 1891 con antiguas palabras griegas: táxis, tasa, y metrón, medida, porque el artilugio mide tiempo y distancia para fijar el precio del trayecto. Al principio el taxímetro nombró también al vehículo. Así entró en el DRAE en 1925, hasta que en 1956 incluyó el término coloquial taxi.
El taxi no es el único vehículo nombrado con un acortamiento. Tenemos las bicis, las motos y, en el transporte público, el metro, hijo de metropolitano y el bus, de autobús. Y gracias a este encogimiento los conductores de taxi son taxistas y no taximetristas. También nos ha dejado el taxi conceptos como "bajada de bandera", que quienes tenemos cierta edad entendemos porque llegamos a ver esos viejos taxímetros que tenían una especie de banderita que se giraba, bajándola, para poner en marcha el contador de “la carrera”, que en la jerga del taxi denomina el trayecto recorrido, sin necesidad de que el taxista sea un Fernando Alonso de la vida.
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