Vehículo eléctrico: ¿motor gripado?

Madrid

Apple ha sorprendido a los más de 2.000 empleados que trabajaban en uno de sus principales proyectos que lleva diez años en desarrollo. La compañía ha cancelado su programa conocido como “Titán”, con el que intentaban desarrollar un coche eléctrico. Era una de sus apuestas más ambiciosas desde que desarrollaron el iPhone o el iPad, ha dejado miles de millones gastados por el camino, y ahora ha decidido apagar sus motores. Además, UBS, que había previsto un ritmo de crecimiento del 47% el año pasado, dice que ahora la expansión será del 11%, y TESLA, el principal fabricante de coches eléctricos del mundo, también advierte que está cayendo la demanda. Esto pasa en las empresas y en países como Alemania —el primer mercado europeo para el coche eléctrico—, que prevé una caída de la demanda del 16% este año.

Con este punto y final al proyecto de Apple, y con las perspectivas empresariales, en Hora 25 de los Negocios hemos radiografiado el mercado del motor eléctrico en España, y esa radiografía nos ha dejado varias conclusiones.

Pocos puntos de recarga y precios poco atractivos

Según los datos de AEDIVE, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica, en España tenemos 37.350 puntos de recarga. De todos ellos, se calcula que unos 7.000 todavía están esperando permiso para funcionar —aunque depende también de cada administración—, es decir, que casi el 19% está sin prestar servicio. Esta burocracia tan lenta hace que el tiempo de espera para poder conectar un cargador sea de 18 meses en España, lo que termina desincentivando parte del atractivo de estos vehículos menos contaminantes. Arturo Pérez de Lucía es el director general de la asociación y pese a los datos, difiere en el diagnóstico: “Yo creo que ha habido mala información, a veces intoxicación. Una información que desincentiva al ciudadano por los intereses que sea y que desde luego no se corresponde a la realidad del vehículo eléctrico; que no existen infraestructuras de recarga o que el vehículo eléctrico es simplemente un vehículo urbano. Yo creo que hay vehículos que te permiten hacer todas tus necesidades de corta, media y larga distancia e infraestructuras de recarga para poder viajar, todas las que quieras, y más para el parque actual que tenemos. Tenemos que trabajar para incrementar esas infraestructuras de carga, pero lo cierto es que, hoy en día, dan respuesta para poder viajar por cualquier parte de España”.

“La transición al eléctrico la van a tener que pagar la gente que tiene pasta; los ricos, porque estos coches estructuralmente cuestan más dinero. Un día van a bajar, pero el 40% del coste de un coche eléctrico está en la batería y buena parte de los costes de las baterías son las materias primas, que no se encuentran en todos los sitios. No podemos decir que la sociedad no quiere que avance el cambio climático y luego no dar el paso de comprar algo que a nivel de precio es más alto, pero que luego a nivel de utilización es más barato”, comentaba hace unos días Luca de Meo, CEO de Renault, en el IV Foro de ANFAC. Aquí está el segundo de los problemas: el precio. En España se calcula que el precio medio de un coche eléctrico está entre los 25.000 y los 30.000 euros, algo que no es una opción viable para todos los bolsillos y que complica la transición al VE.

Esos precios —tan poco atractivos— hacen que los consumidores opten por motores de combustión con gasolina o diésel, muchos de ellos de ocasión, ya que la inflación sigue afectando a los bolsillos, y envejece aún más el parque de vehículos. Según los últimos datos del arranque del año, las ventas de turismos y todoterrenos de ocasión arrancaron 2024 en positivo, con un total de 155.888 unidades, lo que supone 14,9% más que en enero del año pasado. La clave está en las ventas que llevan a cabo empresas de renting, que una vez acaban el contrato, ponen a la venta el coche. Este tipo de operaciones han aumentado un 43% comparado con el año pasado y lo que esto ocasiona es un incremento a su vez de la edad del parque de vehículos, que está en 11,3 años.

Todo esto se puede ver reflejado en los datos de matriculaciones que ofrecen mensualmente las patronales como Faconauto, GANVAM, y ANFAC. En 2023 nos quedamos en las 950.000 ventas, lejos de los niveles naturales del sector previos a la pandemia, con ese millón de matriculaciones habitual. Hemos arrancado el 2024 con datos optimistas, pero en el caso de los coches eléctricos, siguen siendo insuficientes. Las matriculaciones de vehículos electrificados (100% eléctricos + híbridos enchufables) de todo tipo han empezado el 2024 con un tímido incremento del 3,1%, hasta alcanzar unas 9.100 unidades y dejando su cuota de mercado en el 11,7%, según datos de AEDIVE y GANVAM.