Varios periodistas increpados y agredidos en la protesta de los agricultores en Madrid: "¡Fuera! ¡Baja la cámara!"

Tal y como estaba previsto, este miércoles cientos de agricultores han llegado al centro de Madrid con sus tractores y han cortado varias calles principales hasta que finalmente han llegado a la sede del Ministerio de Agricultura, donde se han quedado parados.

Allí apenas se han producido episodios violentos, salvo algún enfrentamiento con la policía de forma puntual. Sin embargo, la peor parte se la han llevado algunos periodistas presentes en las protestas para cubrir la información de lo que allí sucedía.

Por un lado, María Lamela, periodista de La Sexta, estaba en una conexión en directo cuando ha visto como numerosos manifestantes han ido rodeándola hasta que han plantado delante de la cámara, poniendo la mano para evitar que se vea lo que está sucediendo, al grito de "¡Fuera! ¡Baja la cámara!". Finalmente, uno de los presentes en la protesta ha llegado a golpear la cámara, rompiendo "una parte" de ella, según ha afirmado la propia Lamela en la conexión.

Además, varios han intentado agarrar el micrófono de la periodista y le han empujado tanto a ella como a su compañero cámara. Sin embargo, cabe mencionar que ha habido una parte minoritaria de personas presentes que han tratado de que se respete el trabajo de los profesionales y han recriminado la actitud agresiva contra la prensa.

Otro de los reporteros que ha sufrido ataques de los manifestantes en favor de los agricultores ha sido Jacobo Pérez-Lirón, periodista de TVE. Pocos segundos después de comenzar su conexión en directo, numerosas personas se le han acercado para intentar boicotear su labor. Han tapado la cámara con banderas contra la Agenda 2030. "Como véis, no es fácil informar en estas circunstancias", ha declarado el reportero mientras intentaba mostrarse en la cámara en medio del tumulto.

Por último, el periodista Jordi Gil, de TV3, se encontraba frente a la Puerta de Alcalá realizando una conexión en directo en catalán cuando una señora se ha percatado del idioma en el que hablaba y ha comenzado a increparle de forma constante: "¿Eres catalán? Pues a Cataluña. España es de los españoles. Fuera de aquí".