Materna

Madrid

Hoy es el Día Internacional de la Lengua Materna, la primera que aprendemos, distinta de la lengua madre, que es aquella de la que se derivan otras lenguas. Y por eso nos fijamos hoy en estas palabras que encierran una curiosa peculiaridad. Porque lo normal es que los cultismos evolucionen, simplificándose, por decisión de los hablantes, que es lo que sucedió con el mater latino que llegó madre al castellano. Pero esa madre se quedó casi sola al engendrar su familia, porque salvo madrina, comadrona o madrastra, todas las palabras relacionadas con madre se construyeron a partir del término culto mater.

Por eso, todo lo relativo a la madre es materno o maternal; con maternidad nombramos tanto el estado de una madre como el hospital en donde las matronas atienden a las futuras madres; el órgano en el que la mujer desarrolla a su hijo es la matriz; al predominio de las mujeres en una sociedad lo llamamos matriarcado y a la mujer que lo encarna, matriarca; y el asesinato de una madre es matricidio y no madricidio. Hasta en el matrimonio encontramos el rastro de la madre latina, porque en Roma el matrimonium era la condición de la mujer casada, distinto de la unión legal de una pareja que era el connubium. En fin, que cuando buceamos en nuestra lengua, sea la lengua madre o la materna, siempre lo pasamos estupendamente, “a toda madre”, como dicen en México. Aquí, ya sabéis, lo decimos de otra forma...