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Tiempos de cambio en los jardines: esto es en lo que te tienes que fijar

Eduardo Barba se da un paseo por el jardín de la SER para analizar como están cambiando ya, a estar alturas del año, los narcisos, las habas, los almendros, las calas y la fragante mielaria

Madrid

Algo que siempre hacemos los jardineros cuando regresamos a los jardines que estamos cuidando es darnos un paseo, fijarnos en todo lo que ha progresado, en las cosas nuevas que han crecido, en qué ha ocurrido después de cada trabajo que hemos hecho allí: tanto si hemos podado algo, como si hemos abonado o en la nueva plantación. Y este martes nos centramos en algunos de los cambios que se han producido en el jardín de la SER.

Los narcisos

Ya tenemos los primeros narcisos en flor, unos preciosos narcisos de flor pequeña y completamente amarillos. Los narcisos florecerán dependiendo de dónde estemos y del tipo de narciso. Hay algunos muy prematuros, como los narcisos de papel, Narcissus papyraceus. Son también de flor pequeña y completamente blancos. Estos pueden florecer en pleno diciembre incluso, son de los más prematuros. Nosotros, como tenemos aquí varios tipos de narcisos, varios cultivares, van a florecer de forma escalonada.

Uno de los secretos para tener flores de narciso durante más tiempo es elegir distintas variedades. También podemos hacer otra cosa que este año hicimos aquí: plantarlos en distintos momentos. Es decir, una primera tanda la plantamos a principios de septiembre, y después plantamos otra tanda en noviembre. Con esa diferencia de meses suele haber después un ligero escalonamiento en las floraciones.

Es un ciclo muy impactante, una estrategia para hacer frente a la sequía y al calor de sus regiones de origen. Cuando avanza la primavera y se aproxima el verano, se volverán a meter bajo tierra, y no asomarán hasta el otoño que viene.

Narcisos, habas, almendros, calas, mielaria...

13:58

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Las habas

Germinaron hace algo más de una semana. Se lo han pensado durante más de dos semanas antes de asomar la cabeza. Pero ahora van a crecer extremadamente rápido, casi que se puede escuchar cómo crecen si te quedas a su lado un ratito. Están creciendo en un buen macetón, tienen buen sustrato, que está abonado con un buen abono orgánico, tienen sol, no les falta el agua… Lo tienen todo para crecer sin más cuidados, de momento.

Los almendros

En las bandejas de alveolos forestales han salido cuatro preciosos almendros llenos de fuerza. Es un árbol que se desarrolla más rápido que las encinas, aunque estas últimas tienen un crecimiento más rápido de lo que la gente se piensa. Pero sí, en diez años podemos tener un almendro bien majo. Así que animamos a los oyentes a que se pongan manos a la obra y siembren unas almendras hoy mismo. Como dice el famoso dicho, "el mejor momento para plantar un árbol era hace 20 años; el segundo mejor momento es ahora".

Las calas

Las hojas de las calas (Zantedeschia aethiopica), van saliendo poco a poco. Es de origen sudafricano. Para quien no conozca la cala, hay que decir que produce unas inflorescencias muy grandes, con una bráctea de color blanco, a modo de cucurucho, y un espádice, que es como un rabito en medio, de color amarillo, que destaca muchísimo contra el color blanco. Además, tiene un aroma muy sutil y suave. Por desgracia, es una planta que ha invadido muchas regiones, ya que se multiplica muy bien. En el norte de España, por ejemplo, ha invadido muchos cauces de ríos y de arroyos.

La mielaria

La mielaria (Lobularia maritima), es una planta maravillosa que ya hemos recomendado cultivar alguna vez en nuestra sección. Es una planta perfecta para hacer una cobertura baja que acompañe a otras plantas más altas, como en este caso a la cala. La sembré hacia finales de noviembre y ya está colonizando toda la maceta. Después se llenará de pequeñas flores blancas, cientos y cientos. Se llama mielaria porque sus flores huelen a miel, y es algo muy cierto, todo el mundo que las huele se queda sorprendido de su fragancia.

Es una planta que beneficiará nuestros jardines porque es muy atractiva para ciertos insectos, como los sírfidos, que son unas moscas muy graciosas, de colores amarillentos y negruzcos, normalmente. Son estas mosquillas que se quedan quietas, volando en el aire, enfrente de tus ojos, sin moverse; por eso se las llama también moscas cernidoras.

Pues bien, el insecto adulto se alimenta del néctar que le dan las flores de la mielaria, pero su larva es una ávida comedora de pulgones. Así que la mielaria atrae a estas moscas, y nosotros nos libramos de forma sencilla de sufrir la plaga del pulgón. Aquí es donde es conveniente recordar que, si utilizamos un insecticida para matar a los pulgones, también mataremos a las larvas de los sírfidos, de estas moscas tan beneficiosas para las plantas.

La aralia

Su nombre científico es Fatsia japonica. Esta es una de las muchas plantas que dijimos que cultivamos en jardinería que provienen de Japón. Otro ejemplo sería la madreselva, que también lleva el "apellido" de japonica: Lonicera japonica. Se trata de esa trepadora que crece en miles de vallas y muros de toda España, y que en verano luce sus aromáticas flores blancas y de color crema.

La Fatsia japonica es una planta muy polivalente, ya que puede incluso cultivarse como planta de interior. De hecho, a muchas personas les sonará esta planta de verla en los portales y en los patios interiores de los edificios. Lo que hay que tener en cuenta es que es una planta muy grande, de hojas enormes. Puede alcanzar fácilmente los dos metros de altura.

La fatsia es una planta a la que no le gusta el sol directo. Le encanta la sombra luminosa, lo que la hace perfecta para crecer en una terraza que dé al norte o al este, por ejemplo. En un buen macetón se pone preciosa, y alegra con sus grandes hojas lustrosas los rincones umbríos. Es una planta un poco demandante en agua, ya que tiene mucha anatomía que mantener, pero una vez que endurece sus tejidos, bajan también sus necesidades de riego. Pero no es de las plantas de las que nos podamos olvidar de regar en verano, y necesitará de varios riegos semanales incluso.

Una vez que se adapta, puede soportar inviernos fríos. Pero en lugares donde todavía queda algún riesgo de helada fuerte, me esperaría un poco a sacarla al exterior, porque la planta viene muy tierna del vivero. Pero en primavera ya la dejaría fuera, no debiera afectarle el frío en el siguiente invierno. Con el famoso temporal Filomena, una fatsia enorme en el Jardín Botánico de Madrid sobrevivió sin problema. Alguna más que vi esos días en el exterior pudo sufrir por el peso de la nieve, con alguna rama rota, pero luego rebrotó sin problema. En general, es bastante resistente, una planta muy fiable para cultivar. Si en nuestra región hay inviernos muy fríos, probaría a cultivarla contra una pared orientada al sur o al oeste, para que le haga de parapeto de los vientos más fríos.

Eduardo Barba

Eduardo Barba

Eduardo Barba Gómez es jardinero, investigador botánico en obras de arte, paisajista y profesor de jardinería....

 
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