"¿Cómo es posible que se desaproveche el viento?": así se ha conseguido la vuelta a la vela de los barcos mercantes

Jacques Cousteau dijo "Cuando un hombre tiene la oportunidad de liderar un cambio, no tiene que quedarse nada para él mismo" y es que, aunque parezca imposible seguir ideando formas de reinventarnos, el ser humano sigue haciéndolo. Este es un ejemplo del revolucionario José Miguel Bermúdez, que se ha asomado a La Ventana para presentar Bound4Blue: una empresa encargada de renovar las velas navales.

"¿Cómo puede ser que hace unos años se utilizaran y ahora que el viento sigue allí, se haya desaprovechado?", Bermúdez confiesa que la idea nace viendo el programa Así se hace junto con su familia. Se plantearon la gran infraestructura que supone el transporte de los barcos mercantes. Y es que, estos utilizan cientos de toneladas de combustible para desplazarse y gracias a este nuevo tipo de vela "la media de ahorro suele estar entre un 10% y un 20% de combustible".

Bound4Blue presenta un nuevo tipo de velaje que es mucho más grueso, puesto que es capaz de absorber el viento y lo aprovecha. El aire se queda pegado a ella y "esa vela da 6 o 7 veces más empuje que una normal", explica el cofundador de la empresa. Pero esta idea no es propia de ellos, ya el explorador e inventor, Jacques Cousteau, trabajó en una especie de lona cuadrada que funcionaba con un mecanismo parecido. Pero en los años 80, la Fundación Cousteau obró con el aparato de succión y uno de sus inventores trabaja ahora para ellos.

Estos mecanismos se están instalando en naves mercantes que ya operan y quieren reducir su consumo, pero se encuentran planeando un nuevo modelo de unos 100 metros de eslora que se construirá en Asturias y trabajará en la Polinesia. "Los capitanes de los barcos están orgullosos", afirma Bermúdez, ya que están viendo reducidos en hasta un 30% las decenas de toneladas de combustible al día.

Estas velas tienen un coste que ronda entre el medio millón y el millón de euros y suelen construirse con una longitud de 22m de altura. Sin embargo, ya se encuentran trabajando en una adaptación que permita incluirlas en pequeñas embarcaciones como veleros o cruceros. "Es un sector más tradicional que otros, pero también es verdad que el marco temporal es el perfecto", los creadores son conscientes de la emergencia climática que estamos viviendo y la gran necesidad que tienen los capitales de reducir su huella ecológica.