Ciencia y tecnología

Los lobos ibéricos tienen que viajar más

La especie necesita hacer recorrer grandes extensiones de tierra para encontrar nuevos ejemplares con los que aparearse y evitar la endogamia genética que les dificulta la supervivencia. En la península ibérica lo tienen muy difícil

Ejemplar de lobo ibérico /Isabel Salado

Un equipo del CSIC ha constatado que la población del lobo ibérico no consigue moverse entre distintas zonas naturales y no se mezcla tanto como debería. La razón son las construcciones humanas, por ejemplo las carreteras o las poblaciones, que les cortan el paso. Los lobos necesitan viajar grandes distancias para aparearse con miembros de otras manadas y evitar la endogamia porque, de lo contrario, empeora la especie.

El grupo de investigación, con la estación de Doñana a la cabeza, ha analizado el genoma completo de lobos ibéricos contemporáneos y lo ha cruzado con especímenes históricos conservados en las colecciones científicas españolas. Su estudio se publica en la revista Journal of Heredity.

Su principal conclusión es que si los territorios donde viven tuvieran más conexiones entre poblaciones se podría proteger a los lobos ibéricos del aumento de la endogamia, un problema que hace que sean más susceptibles a sufrir problemas genéticos.

¿Por qué hay casos de endogamia?

La endogamia se produce cuando dos individuos emparentados (aunque sea lejanamente) tienen descendencia. Cuanto mayor sea el parentesco entre los progenitores, más endogamia tendrá la descendencia y peores serán sus genes. En este estudio, han encontrado un amplio rango de niveles de endogamia, desde individuos no endogámicos hasta individuos "con valores tan altos que sus padres podrían ser hermanos”, explica Isabel Salado, investigadora del CSIC y primera autora del estudio.

"Existe poco flujo genético entre individuos de diferentes zonas de distribución. La población está fragmentada en pequeñas subpoblaciones”, afirma Carles Vilà, científico de la EBD-CSIC. Esto contrasta con la imagen observada para otras poblaciones de lobos en Europa, donde se han detectado muchos movimientos de dispersión a grandes distancias.

El mayor nivel de endogamia lo encontraron en un individuo al sur del río Duero, una región recientemente recolonizada por la especie. Explica Jennifer Leonard, investigadora del CSIC que para reducir la fragmentación y evitar la endogamia "se debe favorecer la conectividad" entre las poblaciones.

La población de lobos en la península ibérica está aislada de las de lobos europeos y su área de distribución se vio muy reducida durante los últimos dos siglos debido a su persecución y a la fragmentación de su hábitat. Eso motivó que alrededor de 1970 alcanzara su mínimo poblacional histórico. Desde entonces, el lobo ha recolonizado áreas del noroeste y centro peninsular, y ha desaparecido del sur de la península.

Javier Ruiz Martínez

Javier Ruiz Martínez

Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación en la SER. Trabajo en el mejor trabajo del mundo:...

 
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