"Hay dos asuntos inquietantes": la reflexión de Jabois sobre las pruebas para investigar a Puigdemont y Rovira por terrorismo

Madrid

Dice García Castellón que a medida que le llegan informes, más se consolidan los indicios de terrorismo que él aprecia. Hay dos asuntos inquietantes. El primero de ellos es obvio si bajamos el listón del terrorismo a un delito de protesta callejera. El verdadero terrorismo, recordemos, sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror termina diluyéndose de tal manera que cuando leamos o escuchemos delitos de terrorismo no sepamos si se han volcado dos contenedores o se ha reventado un avión con 200 personas dentro.

El segundo asuntos es más delicado y tiene relación con la fortaleza de la democracia española, que el juez García Castellón parece poner en duda porque en su escrito dice que el montaje de un escenario frente a la Universidad de Barcelona se trata de terrorismo al subvertir el orden constitucional y alterar gravemente la paz pública. Solo quien no cree mucho en la ley, en la Constitución y en las fuerzas de seguridad del Estado, puede estar seguro de que todo eso amenaza con desmoronarse por una manifestación, por la colocación de un escenario o por cualquier acto figurado que hayan hecho o planeado los manifestantes. No se trata de restarle gravedad al posible delito, que es lo que hace el juez, por otro lado, al llamarlo terrorismo, sino de dimensionarlo sin ridiculeces.