Gloria Balagué, psicóloga de las estrellas del deporte: "Michael Jordan empezó a pasar el balón solo cuando entendió que jugar en equipo era lo mejor para él"

Madrid

Uno se queda con la sensación de que al lema olímpico le falta algo después de conversar con Gloria Balagué. Más alto, más rápido, más fuerte (y mejor preparado psicológicamente) diría su versión actualizada. "El deporte se practica con el físico, pero se gana con la mente", resume esta pionera en la psicología del deporte que ha trabajado con algunos de los atletas de élite más importantes del mundo en Estados Unidos y España.

Esta semana el Consejo de Ministros ha concedido al jugador de baloncesto Ricky Rubio la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo como reconocimiento a su palmarés y trayectoria deportiva. El base español anunció el pasado 4 de enero que abandonaba la NBA para cuidar su salud mental; la gimnasta Simone Biles también dio un paso atrás por el mismo motivo durante los Juegos Olímpicos de Tokio. Son cada vez más los deportistas que hacen visible la fragilidad de su salud mental, pero ¿el nivel de exigencia al que se enfrentan es ahora mayor, o simplemente estamos tomando más conciencia sobre el cuidado de las emociones? La respuesta es: ambas, según Balagué. "Actualmente tanto los éxitos como los fracasos son públicos de inmediato. La inversión económica en el deporte es también muy importante, y la presión sube. Por otro lado, empezamos por fin a preocuparnos por la salud mental", analiza.

Balagué ha ayudado a cientos de deportistas de élite a llegar a lo más alto sin romperse en el camino. Ha trabajado con las federaciones nacionales de Estados Unidos de atletismo, de gimnasia y hockey sobre hierba; ha acompañado a deportistas a los Juegos Olímpicos de 1992 y 1996 y ha colaborado con la selección española de natación sincronizada, entre otros. Tras su larga experiencia, cree firmemente que las herramientas psicológicas que se adquieren con el deporte capacitan también para la vida: "Saber a qué prestar atención, cómo hablarte a ti mismo o aprender a manejar las emociones es fundamental. El problema es que a muchos deportistas se les enseña esto demasiado tarde", opina.

—Un equipo de fútbol o de baloncesto no es solo una suma de atletas de élite. ¿Cómo se le hace entender a una superestrella como Michael Jordan que en ocasiones lo mejor para él es pasar el balón?

—Phil Jackson [exentrenador de los Chicago Bulls] lo hizo de maravilla con Michael Jordan: decirle que eso era lo mejor para el equipo seguramente no hubiera tenido tanto peso como transmitirle que si pasaba, sería mejor para él. Cuando Michael Jordan entendió que él quedaba mejor, cuando el equipo quedaba mejor, empezó a pasar el balón.

La presión de la familia

El exfutbolista francés Thierry Henry comentaba en una entrevista en el podcast británico The Diary of a CEO los duros problemas de depresión que sufrió, entre otras cosas, derivados de la presión que ejercía sobre él su padre: "Mi padre, la primera vez que me tuvo en brazos, dijo: ‘Este bebé va a ser un futbolista increíble’. Desde ese momento, estaba programado para triunfar costara lo que costara”, se sinceraba el exdelantero francés. Sus declaraciones invitan a reflexionar, entre otras cosas, sobre la temprana edad a la que muchos profesionales comienzan sus carreras deportivas: Lamine Yamal, la super apuesta del Barça esta temporada, tiene apenas 16 años. Ricky Rubio debutó en el baloncesto profesional con 14 años. La exfutbolista Irene López debutó en primera con 15 años, ganó un Mundial con 17 años y con 20 anunció que dejaba el futbol por estrés, frustración y una excesiva exigencia: "Esto solo lo pueden hacer los jóvenes que realmente quieren, y tienen unas cualidades excepcionales. Todos deben tener esta posibilidad, pero también asegurarse de que cuentan con cierto nivel de equilibrio en el entreno y la vida", reflexiona Balagué.