Cómo la tecnología permitió resolver el crimen de un niño de hace 35 años
El padre y la madrastra de Justin Lee Turner fueron detenidos en Carolina del Sur (Estados Unidos) acusados del asesinato de su hijo en marzo de 1989
Police tape secures the area as city crews remove the last of eight high-risk homeless encampments near 95th Street and 101A Avenue in downtown Edmonton. / NurPhoto
Madrid
La policía de Carolina del Sur (Estados Unidos) ha resuelto el asesinato de Justin Lee Turner 35 años después de su muerte gracias a la aplicación de nueva tecnología para reevaluar la evidencia física de la escena del crimen y la autopsia. El sheriff del condado de Berkeley consiguió reabrir el caso en 2021 para recabar nueva información, que fue enviada al laboratorio forense de la Policía del estado y determinó que el padre y la madrastra del niño fueron los autores del crimen cometido en marzo de 1989.
Según un comunicado de prensa emitido por la oficina del sheriff del condado, Victor Lee Turner y Megan Lee Turner, que anteriormente se llamaba Pamela, fueron arrestados este miércoles y acusados de la muerte del niño tras reabrir el caso. La "posible aplicación de tecnología nueva o no utilizada" en la autopsia y la escena del crimen obligó a reabrir la investigación en 2021.
Los Turner denunciaron falsamente la desaparición de su hijo de cinco años en la Oficina del Sheriff el 3 de marzo de 1989, alegando que nunca llegó a bajarse del autobús escolar donde le dejaron y afirmando que esa fue la última vez que vieron con vida al pequeño. Los testigos rebatieron esta historia afirmando que el niño nunca estuvo en el autobús ni asistió a la escuela ese día, lo que reforzaba la idea inicial de los investigadores encargados del caso, que ya sospechaban de que podía ser un asesinato.
Los agentes que investigan el caso creen que Justin fue asesinado a última hora de la tarde del 2 de marzo o temprano durante la mañana del 3 de marzo de 1989. Su cuerpo sin vida fue encontrado el día 5 dentro de la camioneta de la pareja en la propiedad familiar cercana a su casa.
“La ubicación específica dentro de la caravana donde el delincuente ocultó el cuerpo sugiere familiaridad con la caravana”, explicaba el documento del sheriff, que señalaba que solo la pareja poseía las llaves que daban acceso al vehículo.
La investigación de la escena del crimen, el análisis forense y los resultados de la autopsia establecieron finalmente que Justin “murió por asfixia debido a un estrangulamiento cometido con la ligadura de una cuerda poco tiempo después de consumir su última comida”, además de haber fallecido “cerca del momento en que fue visto con vida por última vez”, citando el informe del patólogo forense.
La investigación determinó que los Turner fueron las “últimas y únicas personas” que vieron a su hijo con vida e interactuaron con él antes de su muerte. Durante la investigación, los agentes determinaron que Justin no abandonó la residencia familiar por voluntad propia sino que fue “llevado desde la residencia a la caravana” donde fue encontrado.
