Los jóvenes, una vida a cuestas de sus padres

Madrid

Una parte de los jóvenes actuales ya ha experimentado dos crisis en la etapa clave de sus vidas para emprender proyectos vitales, como emanciparse o incorporarse al empleo. La extendida precariedad laboral de este grupo de población es la culpable de esta situación. Una de cuatro personas entre 16 y 29 años cotiza con contratos a tiempo parcial y casi la mitad tiene empleos temporales.

El estudio 'Presente y futuro de la juventud española. Una perspectiva socioeconómica', elaborado por la Fundación BBVA-IVIE y dirigido por el catedrático Francisco Pérez, revela que la renta media de los hogares en los que el sustentador principal es un joven se sitúa entorno a los 16.000 euros anuales. Una renta que es hasta un 40% por debajo de la media cuando el joven no tiene formación superior.

Necesitan más tiempo para alcanzar el nivel de vida de la generación de sus padres

Las diferencias salariales intergeneracionales son evidentes en la base de cotización media, en la que se observa como según avanzan las décadas, se necesita más tiempo para alcanzar los mismos ingresos. Esta tendencia es especialmente significativa en el tramo de edades de la cohorte de los nacidos en 1985, que en 2019 tenían 34 años. Así pues, mientras la cohorte nacida en 1955 alcanzó una base de cotización similar a la media a los 27 años, las cohortes de 1965 y 1975 lo consiguieron a los 30 años y la cohorte de 1985 todavía no ha alcanzado la media a los 34 años.

La precariedad en la que están instalados los jóvenes se traslada a otros campos de su vida como la salida del hogar familiar. En 2021, entre los jóvenes de 25 a 29 años poco más de una de cada tres personas residía fuera del hogar de origen, mientras que en 1977 el porcentaje era del 58,5%.

La formación como 'ascensor social' de subida, pero también de bajada

Casi el 40% de los jóvenes que proceden de un nivel socioeconómico alto y solo tienen estudios obligatorios descienden hasta el nivel más bajo. El cambio educativo experimentado por la población de 16 a 29 años en los últimos 40 años ha sido profundo. El estudio analiza la evolución formativa entre 1980 y 2021. Así, se observa como el porcentaje de jóvenes que cuenta solo con estudios secundarios obligatorios, desciende del 78,8% al 24,8%. En cambio, el porcentaje de jóvenes con estudios medios posobligatorios pasa del 7,9% al 24,2% y el de los que cuentan con estudios superiores (universitarios y formación profesional) del 13,3% de 1980 a nada menos que el 51,0% en 2021.