Los que van a mandar en 2024, el año que marcará el rumbo internacional

Madrid

Este año, más de la mitad de la población mundial va a ir a votar. Son 3.700 millones de personas de más de 70 países. Se va a decidir quién forjará alianzas, quién las romperá y, también, cómo se ejercerá el poder. Y no solo eso. Este año será una continua prueba de resistencia para el sistema democrático. "Se tendrá que despejar la duda de si estamos en un año que confirma un momento de resistencia de los sistemas democráticos o si se profundiza más en esta erosión, en un momento frágil y de sofisticación de la desinformación. El interrogante es enorme", explica Carme Colomina, investigadora senior del CIBOD y coordinadora del informe El Mundo en 2024. Enric Juliana, director adjunto de La Vanguardia, apuntala esa tesis: "El estado actual del mundo coloca el concepto mismo de democracia liberal en un punto crítico que hasta ahora no habíamos conocido. Hasta la fecha, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la democracia había ido ganando prestigio. Las sociedades que no eran democráticas aspiraban a serlo".

Quién manda aquí

Elecciones en EEUU y al Parlamento Europeo

Hay dos citas claves en Occidente: las presidenciales de noviembre en Estados Unidos y las elecciones al Parlamento Europeo de junio. Al otro lado del Atlántico, Donald Trump puede volver a la Casa Blanca, en un país en el que, según un reciente estudio, 14 millones de personas justifican el uso de la fuerza para que vuelva al Despacho Oval. En suelo europeo, la ultraderecha puede mejorar sus resultados en el Parlamento Europeo. Eso supondría amplificar su presencia pública, pero también conseguir más recursos económicos.

En 2024, China será la gran espectadora de estos movimientos. Uno le toca de lleno, porque se va a votar en Taiwan. La isla tiene una relevancia geopolítica indiscutible, porque China quiere la reunificación. Por eso, esta isla encierra el mayor riesgo de confrontación entre las dos superpotencias de este siglo: China y Estados Unidos.

El gran cambio del equilibrio mundial en los últimos años es que Estados Unidos y la Unión Europea ya no marcan el paso en solitario. Ya no concentran todo el poder. Una prueba de ello son los BRICS. En octubre se reunirán en Rusia para formalizar su ampliación. Entrarán Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. En los BRICS estarán dos de los tres mayores productores de petróleo del mundo. En los próximos meses se va a reconfigurar el tablero internacional en el que vamos a jugar. A pesar de las incógnitas, parece que sí hay una certeza: no hay unas reglas para este tiempo nuevo.