El descenso a los infiernos de Jan Ullrich: "Fumé más de 700 cigarrillos en un día"
El ciclista alemán cuenta uno de sus episodios más oscuros
El documental 'Jan Ullrich-The Hunter' desvela muchos secretos del ciclista alemán que se convirtió en el gran rival de Lance Armstrong en el Tour de Francia. Ullrich siempre ha negado todos los rumores que le situaban dentro de la Operación Puerto contra el dopaje, la noticia que acabó con su carrera. Tras ello, vivió sus años más oscuros. Golpeado por su vinculación con Eufemiano Fuentes y tras confesar que se dopó durante los años en los que estuvo en activo en el ciclismo, Ullrich cayó en la adicción a las drogas y el alcohol por la que estuvo "al borde de la muerte".
"En aquella época cada día era una cuestión de vida o muerte. Consumía mucha cocaína, bebía whisky como si fuera agua hasta que estuve al borde de la muerte", relató con anterioridad, aunque confesó que ya hizo "las paces con mi pasado". En este caso, Jan Ullrich recordó un episodio con la bebida cuando aún estaba en activo: "Estuve sin beber durante nueve meses pero un día bebí un vaso y al cabo del tiempo perdí el control. Pasé del vino al whisky. Primero un vaso al día, luego dos, me adormecía todas las semanas. Era un deportista de alto nivel y podía llevar mi cuerpo hasta el extremo. Eso me permitió ganar un Tour pero también ir en la otra dirección. Podía beber más whisky e inhalar más y más cocaína. Muchas personas se habrían suicidado, pero mi cuerpo resistió".
Ullrich señaló esos estados falsos de euforia que le empujaron a hacer locuras: "A mí mismo se me ocurrieron desafíos. Una vez quise establecer un récord mundial: fumé más de 700 cigarrillos en un día. Es un misterio cómo aguanté tanto tiempo". Sin embargo, todo lo que sube, baja. "En 2006 caí del pedestal de favorito a ganar el Tour. Pasé de ser un purasangre a un caballo de granja. Eso es difícil y aún me duele. Cree mis problemas por mis errores y debilidades. Estuve en la cima, caí al infierno y ahora lucho por estar en el medio", recordó el exciclista alemán.
Sobre ello, Til Scheweiger, director de cine con el que Ullrich tenía una gran amistad, contó que "cuando lo dejó su mujer comenzó a tomar anfetaminas y me decía que sólo dormía dos horas". "Comenzaba tomando cerveza a las 6 de la mañana y seguía durante todo el día. Me dijo que tenía una receta para tomar cocaína porque era menos dañina que las anfetaminas", reveló. 2018 fue el peor momento del ciclista alemán ya que estaba "realmente deprimido". "Como ciclista sufrí, pero tras mi carrera ese sufrimiento fue en la dirección equivocada. En 2018 estaba en mi punto más bajo, con todo lo que una persona podía soportar física y mentalmente. El siguiente paso habría sido la muerte". Ahora, Jan Ullrich ha vuelto a ver la luz, y lo cuenta sin tapujos.
Lance Armstrong desvela por qué nunca dio positivo por dopaje
Armstrong admitió en una entrevista concedida a la periodista Oprah Winfrey que tomó todo tipo de sustancias en su época como deportista y que ganó la siete rondas galas dopado. Hace unas semanas, en una entrevista, el norteamericano explicó cómo consiguió saltarse todas las pruebas para no dar positivo.
El exciclista subrayó que "puedes enmascarar el uso de sustancias dopantes" ya que la eritropoyetina, más conocida como EPO, "tenía una vida media de cuatro horas". "No había forma de saltarse el test. Cuando meaba en el vaso y ellos revisaban el vaso, no había nada. La realidad y la verdad de todo eso es que, algunas de esas sustancias, principalmente las más beneficiosas, tienen una vida media de cuatro horas. Mientras que otras sustancias como el cannabis o los anabolizantes, tienen vidas medias más largas. Podías fumar un porro y conducir tu tractor... y en dos semanas seguirías dando positivo. Su vida media es mucho más larga", explicó el exdeportista.
Armstrong señaló que tenía en la mano "una droga" que le mejoraba tanto en el rendimiento como en la recuperación: "La EPO, que era el combustible para cohetes que cambió no solo nuestro deporte sino todos los deportes de resistencia, tenía una vida media de cuatro horas, así que salía del cuerpo muy rápido. Con una vida media de cuatro horas, podías hacer las cuentas. La verdad es que tenías una droga que era indetectable, que te mejoraba el rendimiento y la recuperación. Ambas cosas son importantes, pero en especial el rendimiento... Y como nos hicieron creer, y con lo que no estoy en desacuerdo, es que si se toma bajo la supervisión de un médico es segura".