El monumental enfado de Luis García Plaza tras el gol de Lucas Vázquez: se vuelve 'loco' en el banquillo
El técnico albiazul lanzó una nevera al aire y lo 'pagó' con un miembro de su staff técnico
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Luis García Plaza en su área técnica durante el partido de LaLiga EA Sports entre del Deportivo Alavés y la UD Las Palmas. (Photo by Juan Manuel Serrano Arce/Getty Images) / Juan Manuel Serrano Arce
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El Real Madrid dio un golpe sobre la mesa en LaLiga el pasado jueves en el Estadio de Mendizorroza. Los de Carlo Ancelotti vencieron (0-1) al Deportivo Alavés gracias a un gol de cabeza de Lucas Vázquez en el tiempo de descuento después de jugar casi toda la segunda parte con un jugador menos por la expulsión de Nacho. Con este triunfo, el Real Madrid recuperó el coliderato de la competición, pero la noticia de la noche fue el descomunal enfado del entrenador albiazul, Luis García Plaza.
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El gol del futbolista gallego 'tiró por la borda' todo el trabajo del conjunto local, que había mantenido a raya a todo un Real Madrid durante más de 90'. En el momento del tanto, Luis García Plaza no pudo contener la rabia. Las cámaras de 'DAZN' captaron como el técnico tiró a los aires una nevera, su abrigo y como agarró a uno de los integrantes del staff técnico mientras gesticulaba de forma enfadada.
"No me apetece hablar, pero tengo que cumplir con esto"
Motivos no le faltaron. El Alavés cayó en una jugada del 13º puesto al 16º y se queda a tres puntos del descenso, que marca el Celta. Después del partido, el técnico atendió a los micrófonos de 'DAZN', aunque en su mente no cabía otra cosa que marcharse: "No me apetece hablar, pero tengo que cumplir con esto. "Teníamos que haber mandado el balón allí (refiriendose a la otra punta del estadio, a la portería rival) y se acaba".
Lucas Vázquez remató solo a pesar de que el Real Madrid estaba con un jugador menos. Para Luis García Plaza no hay perdón: "Remata un jugador solo. Estoy más enfadado con esto que con haber estado romos con el balón. No nos puede rematar solo. Hay que saber jugar a esto". Más tarde, ya más tranquilo, rebajó la tensión: "Somos personas, no voy a reírme. Si hubiéramos metido un gol, pues habría salido al campo a celebrarlo. Es normal".