Tres broches en la UE
Son un triple broche a los esfuerzos de la presidencia semestral española en la UE. No de oro, pero practicable. Útil
Barcelona
Hace solo un rato que los 27 ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea han llegado al esperado acuerdo sobre las reglas fiscales: es decir, sobre el Pacto de Estabilidad, aparcado durante la pandemia, que constreñía su gasto, y en consecuencia limitaba su déficit y su deuda. En épocas más rígidas, como la de la Gran Recesión de 2008/2011, sirvió de plataforma para políticas de austeridad que en algunos casos fueron terriblemente perjudiciales para el gasto social y el estado del bienestar.
Ahora, este acuerdo, que se llevaba negociando 9 meses, suaviza mucho aquel pacto, porque sustituye las reglas dictadas desde arriba por la Comisión, y da más papel a los Gobiernos para organizar cómo se las arreglan para cumplir con la seriedad fiscal. Les ayudará que algunas inversiones, como las ecológicas, las digitales, o las dedicadas a seguridad y defensa, obtengan un trato especial, evitando su castigo en nombre del rigor.
Así que es mucho mejor de lo que teníamos, aun siendo peor que las propuestas iniciales de la Comisión y de España.
Este acuerdo de última hora se suma a otros dos muy recientes: la reforma del mercado eléctrico y el acuerdo sobre inmigración y asilo. Ninguno satisface los mejores ideales. Pero cada uno de los tres supone mejoras sustanciales de la muy deficiente regulación actual. Son un triple broche a los esfuerzos de la presidencia semestral española en la UE. No de oro, pero practicable. Útil.
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Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...