Derecho a recuperar la convivencia

Madrid

Yo no sé cuánto van a durar las movilizaciones contra la amnistía, pero sí sé que dura siglos la manía de los autollamados nacionalistas por hacer antipáticas a sus naciones. Recuerdo todavía una declaración de Duran i Lleida despreciando a los campesinos andaluces. Denunció la injusticia de que cobraran el Plan de Empleo Rural para pasarse el día en el bar, mientras los catalanes trabajaban. Una ocurrencia desgraciada. Las ofensas de unos suelen provocar las ofensas de los otros. También nos acostumbramos a escuchar ataques a Cataluña de los nacionalistas españoles.

Incluso se generalizó la consigna de boicotear los productos de esa parta de España que se llama Cataluña. Otro disparate. A mí lo que me apetece es tomarme una copa de cava con mis amigos escritores de Cataluña para brindar y hablar por nosotros. Los malos vientos que soportamos en los años pasados han desaparecido. Es una lástima que haya gente en Madrid que quiera volver a provocarlos.

Y también es una lástima que la conversación se plantee como un asunto entre partidos, cuando se trata de algo que afecta a la sociedad civil, a los escritores, a las actrices, los empresarios, las abogadas, los médicos. Sobre todo, afecta a la gente que vive y trabaja Cataluña. Los catalanes, como los andaluces, no se pasan todo el día en el bar y tienen derecho a trabajar en calma y a recuperar la convivencia. Querer a España supone facilitar este buen deseo.

Y conste que estas reflexiones no las hago porque me den miedo las encuestas. El calendario electoral próximo favorece a la España progresista en los territorios partidarios de la amnistía. Así que tranquilos. Pero si me preocupa la convivencia, las invitaciones al odio, la manía que tienen los autollamados nacionalistas de hacer antipáticas a sus naciones.