Sociedad

Los adolescentes ven cada vez ven peor: los que sufren miopía magna se han multiplicado por más de seis desde 2017

La mitad necesita gafas y , de media, ha aumentado su graduación en dos dioptrías en cinco años

Miopía en jovenes / Jose Manuel Macias Morales

Madrid

La mitad de los adolescentes españoles necesita gafas o lentillas para poder ver bien, de esos más de un 29% sufre miopía. El dato es del estudio ‘El estado de la salud visual de los adolescentes en España’, presentado este miércoles por la asociación de utilidad pública Visión y Vida, Fundación Mapfre y Correos Express.

El estudio se ha realizado a partir de los resultados obtenidos en las pruebas de screening de la campaña ‘Ver la vida en 4K’ (4.420 tests válidos), unido a un informe poblacional de un test respondido por 3.688 jóvenes de 12 a 18 años y un análisis de 763 miopes que acudieron a su óptica en 2022 y en 2017, lo que permitió comprobar cuál es la progresión de su miopía. Los autores concluyen tras analizar los datos que los adolescentes son cada vez más miopes: en 2017 entre el 70 y el 65% tenía hasta dos dioptrías. En 2022 sin embargo el grupo más numeroso es el que tiene entre 2.25 y 4 dioptrías, supera el 41% en el ojo derecho y el 39% con esa graduación en el izquierdo. De media a los adolescentes les ha aumentado la graduación en dos dioptrías en estos cinco años.

En este tiempo además los menores que sufren miopía magna, más de 6 dioptrías, han pasado de poco más del 1 al 8% Este tipo de miopía puede derivar en ceguera o desprendimiento de retina. El uso de pantallas, poco tiempo de ocio en el exterior y uso del móvil a oscuras antes de acostarse están entre las causas que empeoran la visión de los más jóvenes. "Nuestro sistema visual no está preparado para el esfuerzo que le requerimos", ha explicado Elisenda Ibáñez óptica - optometrista y y coordinadora de la asociación Vision y vida, "cuando el hombre vivía en las cuevas, el ojo estaba preparado para ver de lejos por si venía un dinosaurios. La visión de lejos era la que se utilizaba. Ha pasado mucho tiempo pero el ojo realmente no ha evolucionado y le estamos pidiendo, en gente joven y en gente mayor, que esté más de 10 hora en cerca cada día".

El estudio concluye con una lista de motivos por los que los menores no deberían usar pantallas antes de los 7 años. Entre ellas que mirar una pantalla requiere mucho esfuerzo de convergencia que es contraproducente para un sistema visual inmaduro y la visión prolongada de pantallas hace que el cerebro asuma que su mundo visual es plano.

Añaden los optometristas que el uso de pantallas y la falta de ocio al aire libre son factores que favorecen la miopía. El tener la pantalla muy cerca de la cara limita los movimientos oculares y reduce la frecuencia de parpadeo, lo que provoca falta de hidratación ocular, irritación visual y molestias.

 
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