El ilustrador que ha dibujado todos los mamíferos del mundo: “Solo se me resistieron los murciélagos”

Madrid

Hoy la divulgación científica se apoya en multitud de formatos, algunos de un realismo total —tenemos incluso un telescopio espacial, el James Webb de la NASA, enviando desde allí arriba fotografías de la Vía Láctea en alta definición—. Pero desde la Antigüedad, y hasta hace sorprendentemente poco, lo que nos permitía conocer el mundo más allá de nuestra más inmediata realidad era la ilustración. El artista y naturalista Toni Llobet lleva más de veinte años ilustrando la flora y la fauna de todo el mundo: "Los ilustradores científicos trabajamos con la presión de que la comunidad científica te diga que esta pata o aquella aleta no son exactamente como las has dibujado. Un científico siempre puede ponerte los puntos sobre las íes, por eso el realismo es imprescindible”.

Una enciclopedia de mamíferos 'made in Spain'

Llobet confiesa ser una “víctima” más de Félix Rodríguez de la Fuente. Comenzó los estudios de biología pero el arte se cruzó en su camino y nunca terminó la carrera. Sus guías de campo son la referencia con la que mucha gente sale al monte a buscar setas, por ejemplo: “¡Imagínate que te equivocas dibujando una seta venenosa que podría ser mortal! Es una de mis pesadillas recurrentes”, bromea. Pero el trabajo más ambicioso al que se ha enfrentado es el Handbook of the Mammals of the World de la editorial catalana Lynx. “Ya habían publicado antes una enciclopedia mundial de las aves, una obra magna hecha desde España que ilustraba a mano más de diez mil especies distintas. Quisieron repetir con los mamíferos y me encomendaron la tarea, esta vez con ilustraciones digitales”, recuerda el artista, uno de los primeros en España en dibujar con tableta gráfica.

La enciclopedia ilustrada de mamíferos fue un trabajo “mastodóntico”, según recuerda Llobet. “Ocupó casi diez años de mi vida. Hice todos los mamíferos, más de cinco mil especies; primero los más atractivos: felinos, carnívoros, ungulados... Luego la cosa se fue complicando: las musarañas, los ratones... Pero llegando al final del proyecto necesité volar”, nunca mejor dicho, “y se me resistieron los murciélagos”. Le queda la espinita de no poder decir que ha dibujado a todos y cada uno de los mamíferos del mundo, sin excepción.

De la descripción científica al trazo artístico

Su proceso creativo comienza con una minuciosa documentación. “Nos basamos en fotografías y vídeos de campo, pero de muchos animales no hay ni siquiera material fotográfico y solo tenemos descripciones científicas del individuo tipo”. Por eso, los dibujos intentan sintetizar una imagen que pueda servir de referencia y que concentre todas las características de una especie en un único ejemplar.

Cuando le preguntan por su propio ranking de dificultad, el ilustrador catalán lo tiene bastante claro: “lo más difícil para mí son las orquídeas, aunque también es lo más bonito. Son muchas flores pequeñas alrededor de un mismo eje, y cada una de ellas es una obra de orfebrería en sí misma”. Entre lo que más pereza podría darle dibujar, los erizos: "no porque sea difícil sino por la pesadez técnica de dibujar todas esas púas". ¿Y lo más agradecido? "Los escarabajos".

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