Manuel Jabois: "Hay que mantener con vida las librerías de barrio. Son lugares para simplemente sentirse en un hogar"

Madrid

Entusiasmo. Un entusiasmo a prueba de bomba. Bueno, a prueba de esvástica, en el caso de la librería Alberti de Madrid, con la que nos solidarizamos. Porque a los escritores nos gusta que la gente compre nuestros libros en cualquier parte, seamos sinceros, o que lo compren de segunda mano en cualquier aplicación, o que lo cojan gratis en la biblioteca. Que nos lean, en definitiva, Aimar. Pero cuando uno viaja por toda España, yo lo estoy haciendo; y que está presentando en librerías independientes observa ese trabajo, caramba, ese trabajo laborioso de la gente que pelea cada día por subir la verja al día siguiente y descubres que no va tanto de vender libros, va de algo más importante. Tienen que leerlos, tienen que recomendarlos. Esto me lo contaba la semana pasada en 'Letras corsarias' en Salamanca. Me lo están contando hoy en Ramón Llull, en Valencia. Yo nunca he terminado de escribir un libro y de sentirme mejor persona por hacerlo. Sí me ha pasado, sea cierto o no, después de leerlo y ahora que se acerca la Navidad, creo que es justo decirlo: hay que mantener con vida el tejido de esas librerías independientes, librerías de barrio, porque no solo dan de leer, que es muy importante, también hacen comunidad. También se convierten en puntos de encuentro, en puntos de reunión en los que la gente puede intercambiar ideas, leer libros, comentarlos o simplemente sentirse en un hogar.