Escenario endiablado
Sánchez tampoco tendrá fácil avanzar en la legislatura porque su argumento principal ha sido la necesidad de elegir entre progreso y reacción y no está nada claro que los independentistas acepten moverse en ese escenario
Madrid
Feijoo planteó las pasadas elecciones sobre la disyuntiva Sánchez o España y los electores le dijeron, en cualquier caso, tú no. Es decir, le dejaron sin ninguna posibilidad de llegar a la Presidencia del Gobierno porque su único socio posible no le ofrecía los votos necesarios. Convertido en líder de la oposición, Feijóo reprocha al candidato socialista que haya pactado una proposición de ley de amnistía para lograr esos votos imprescindibles. Pero ese es exactamente el mecanismo parlamentario habitual. Un toma y daca. Te doy mis votos si me das lo que necesito. No tiene nada de extraño ni de maquiavélico. Y los votos de los diputados, sean independentista o no, son legítimos y válidos.
El único asunto importante ahora es confirmar que la proposición de ley de amnistía que resulte aprobada en el Parlamento, reúna todas las condiciones para considerarse plenamente constitucional. Y eso lo examinará seguramente en su día el Tribunal Constitucional, único capacitado para ello. Si el texto es correcto, toda la estrategia de oposición de Feijóo se quebrará como una rama seca. Y quedará sin argumentos, porque en la sesión de investidura de hoy el líder de la oposición no ha planteado casi ningún otro tema que la dichosa ley y la credibilidad del presidente. Sánchez tampoco tendrá fácil avanzar en la legislatura porque su argumento principal ha sido la necesidad de elegir entre progreso y reacción y no está nada claro que los independentistas acepten moverse en ese escenario.
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Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...