La tragedia de Isaac Cuenca: de ser una promesa en el Barça a retirarse a los 32 años: "El fútbol me destruyó"
El excanterano de La Masía reconoció en una entrevista en el diario 'ARA' que "no podría competir ni en la 'Kings League'"
El fútbol es el deporte rey, pero a veces caprichoso. En ocasiones te da todo y en otras te lo quita. Así es el caso de Isaac Cuenca. Aquella promesa de tan solo 20 años, que tras anotar su segundo gol con la primera plantilla del Barça contra el Levante, fue elogiada por Pep Guardiola de una manera diferente: "Su trabajo es perfecto, hace mejor a sus compañeros".
Al igual que Cristian Tello y que Sandro, Cuenca prometía triunfar en el FC Barcelona. En la temporada 2011-2012 llegó a jugar un total de 30 partidos con ese histórico Barça. Supo aprovechar las lesiones de Alexis Sánchez y de David Villa para hacerse un hueco. Esa campaña anotó dos goles en LaLiga, dos en la Copa del Rey y repartió cinco pases de gol en la competición doméstica, otras cinco asistencias en la Champions League donde jugó siete partidos y otros dos últimos pases en las fases 'coperas'.
Después de alcanzar la cima en un Barcelona rodeado por Messi, Xavi, Iniesta, Busquets, Dani Alves, Puyol y Piqué entre otros, en la temporada 2012-2013 estuvo cedido seis meses en el Ajax. Tras terminar su periodo en Ámsterdam, volvió a la Ciudad Condal para ser jugador libre en el verano de 2014 y unirse al Deportivo de la Coruña. Desde entonces, pasó por clubes como el Bursaspor turco, Granada, Hapoel Beer Sheva de Israel o algunos equipos japoneses como el Sagan Tosu o el Vegalta Sendai. Tras varias lesiones de rodilla, que le impidieron demostrar su hacer futbolístico y potencial al que fue internacional sub-23 con La Roja, el pasado octubre decidió poner fin a su carrera.
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Después de dejar de hacer lo que más ansiaba, Isaac Cuenca ha reconocido que el deporte rey le ha dado una lección de vida: "Lo más importante que me ha enseñado es que no todo es como quieres. Si crees que eres muy bueno, hay otro mejor. Si te piensas que eres buenísimo, quizás te lesiones y nadie te quiera. El fútbol me ha puesto en lugares que no me esperaba y mírame ahora, retirado con 30 años".
"Se me ponía la pierna como una pelota"
El excanterano del conjunto azulgrana pasó por un calvario de lesiones, que le limitaron hasta tal punto de que no podía jugar con normalidad: “Solo podía entrenarme una vez por semana y después de los partidos se me ponía la pierna como una pelota. No me recuperaba bien y el médico me animó a que probara una última intervención porque no tenía cartílago y la tibia y el fémur chocaban mucho. Necesitaba dos trasplantes y volví al quirófano, pero no funcionó, así que decidí dejar el fútbol".
Tras sufrir muchas molestias, Cuenca se tomó el fútbol de una manera diferente y encontró otros hobbies: "Físicamente, estaba en Japón, pero sentimentalmente en Catalunya. Aprendí de bolsa, durante un tiempo invertí y me fue bastante bien. ¡Me leía unos ladrillos que tela marinera!".
La vida le ha dado un golpe de realidad a Cuenca, y tras muchos años, él tiene claro una cosa: "Si te aferras a algo, puede acabar destruyéndote. Siento que me ha pasado esto. Si me hubiera retirado año y medio antes, no habría sufrido tanto. Me he aferrado al fútbol y he acabado petando. No podría competir ni en la 'Kings League'. Ahora he renacido".
A pesar de haber sufrido unos años difíciles, Isaac Cuenca jugó en el mejor Barça del mundo y eso no se lo puede quitar nadie: "Venía del Sabadell e intentaba disfrutar del césped bien cortado, de los desplazamientos, de los estadios, pero en el fondo estaba descolocado. Con el tiempo entendí porqué ese equipo tenía mucha presión. Venía de ganarlo todo. Alguna vez flipaba con algunas cosas, pero, ostras, es que eran los mejores del mundo. Leo, Xavi, Andrés, Víctor... ¡Era una pasada como tiraban del carro!".