Ciencia y tecnología

El uso frecuente del teléfono móvil reduce la calidad del semen

Una investigación, realizada por un equipo de científicos de la Universidad de Ginebra durante 10 años con 2.800 hombres, demuestra que el uso prolongado del teléfono móvil reduce hasta en un 20% la concentración de espermatozoides y, por lo tanto, esto afecta de forma negativa a la calidad del semen de los varones. El número de espermatozoides se ha reducido ya un 50% desde hace 50 años debido a varios factores de riesgo como la contaminación química, la radiación o el tabaquismo

Científicos analizando esperma. / YUICHI YAMAZAKI

Un equipo de la Universidad de Ginebra (UNIGE), en colaboración con el Instituto Suizo de Salud Pública y Tropical, ha publicado los resultados de esta nueva investigación, porque demuestra que el uso frecuente de los teléfonos móviles provoca una menor concentración de espermatozoides y una reducción de su número.

Y esto este impacto puede ser importante ya que, según los valores establecidos por la OMS, la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo más probable es que un hombre tarde más de un año en concebir un hijo si su concentración de espermatozoides es inferior a 15 millones por mililitro.

Además, el porcentaje de posibilidades de embarazo disminuirá si la concentración de espermatozoides es inferior a 40 millones por mililitro.

No afecta

Sin embargo, estos investigadores no han encontrado ninguna prueba que indique que el uso de los teléfonos móviles baja la movilidad y morfología de los espermatozoides, según el estudio que publica la revista científica “Fertilidad y esterilidad”.

La calidad del semen está determinada por la evaluación de parámetros como la concentración de espermatozoides, el recuento total y su a movilidad.

Disminución

Muchos estudios han demostrado ya que la calidad del semen ha disminuido en los últimos cincuenta años.

De hecho, el recuento de espermatozoides ha disminuido de un promedio de 99 millones de espermatozoides por mililitro a 47 millones por mililitro.

Los científicos aseguran que este fenómeno es el resultado de una combinación de factores ambientales (como el uso de pesticidas o la radiación) y hábitos de vida, como la dieta, el consumo de alcohol, el estrés y el tabaquismo.

Impacto de la radiación

Este equipo de la Universidad de Ginebra ha publicado el mayor estudio transversal sobre este tema, porque se basa en datos de 2.886 hombres suizos, de entre 18 y 22 años, que fueron reclutados entre 2005 y 2018 en seis centros militares.

En colaboración con el Instituto Suizo de Salud Pública y Tropical (Swiss TPH), los científicos estudiaron la asociación entre los parámetros del semen de 2.886 hombres y su uso de teléfonos móviles.

"Los hombres completaron un cuestionario detallado relacionado con sus hábitos de vida, su estado de salud general y, más específicamente, la frecuencia con la que usaban sus teléfonos, así como dónde los colocaban cuando no estaban en uso", explica Serge Nef, profesor titular del Departamento de Medicina Genética y Desarrollo de la Facultad de Medicina de UNIGE y del SCAHT, el Centro Suizo de Toxicología Humana Aplicada, quienes codirigieron el estudio.

Estos datos revelaron una asociación entre el uso frecuente y una menor concentración de esperma. La concentración media de espermatozoides fue significativamente mayor en el grupo de hombres que no usaron su teléfono más de una vez a la semana (56,5 millones/mL) en comparación con los hombres que usaron su teléfono más de 20 veces al día (44,5 millones/mL).

En concreto, esta diferencia corresponde a una disminución del 21 % en la concentración de esperma para los usuarios frecuentes (más de 20 veces por día) en comparación con los usuarios poco frecuentes (1 vez diaria)

El 4G menos dañino

Se encontró que esta asociación inversa era más pronunciada en el primer período de estudio (2005-2007) y disminuyó gradualmente con el tiempo (2008-2011 y 2012-2018). "Esta tendencia corresponde a la transición de 2G a 3G y luego de 3G a 4G, que ha provocado una reducción de la potencia de transmisión de los teléfonos", explica Martin RÖÖsli, profesor asociado de la TPH suiza.

No importa dónde pongas tu teléfono

El análisis de los datos también parece mostrar que la posición del teléfono (por ejemplo, en el bolsillo del pantalón) no se asoció con parámetros más bajos del semen.

"Sin embargo, el número de personas de esta cohorte que indicaron que no llevaban el teléfono cerca del cuerpo era demasiado pequeño para sacar una conclusión realmente sólida sobre este punto específico", añade Rita Rahban.

Javier Gregori

Javier Gregori

Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...

 
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