Todo lo que debes saber para tener un poto en casa

Madrid

Hablamos del poto (Epipremnum aureum), amada y odiada a partes iguales. A muchas personas le recuerda a otra época, y eso no les gusta. En cambio, otras adoran el poto, porque es sencillo de cuidar y da un toque verde a los interiores de las casas.

¿Por qué la llamamos poto?

Por su antiguo nombre científico, que era ese, Pothos, un nombre que caló entre la gente y es ahora el más común de todos, al menos en España.

¿De dónde proviene?

De la zona de la Polinesia, todas esas islas del Pacífico, "a la derecha" de Nueva Zelanda, por decirlo de manera coloquial. Pero se ha distribuido por todas las zonas tropicales del mundo.

No le gusta el frío

El poto se puede cultivar en el exterior solamente si las temperaturas no bajan de unos 10 grados centígrados. Por debajo de esa temperatura, puede empezar a sufrir una pérdida de hojas, e incluso llega a morir. Por lo tanto, en esa circunstancia se debería cultivar como planta de interior.

¿Por qué sus hojas son mitad verdes, mitad amarillas?

Porque se trata de una planta variegada, es decir, de una planta a la que le falta clorofila en alguna parte de su cuerpo. Recordamos que la clorofila es el pigmento responsable de realizar la fotosíntesis, y tiene un color verde. En el caso del poto, este pigmento verde falta en partes de las hojas y también en parte de los tallos, y por eso vemos esos colores amarillos dorados tan atractivos.

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¿Por qué es una planta tan larguirucha?

Porque se trata en realidad de una planta trepadora. Recuerdo que una vez vi en la India un poto que trepaba por una palmera que tendría unos 30 metros de altura. Ese poto casi alcanzaba la corona de hojas de la palmera, era casi tan alto como ella. Así que en su lugar de origen trepa por otras plantas, y para ello utiliza unas raíces aéreas que se fijan a la planta que utiliza como soporte.

Las floristerías suelen venderlos con un palo o una caña por la que sube la planta

Sí, suelen tratarse de tutores de plástico, revestido de una malla de fibra de coco. De esa forma, las raíces se pueden fijar a él. Pero, para que lo hagan, es conveniente humedecer esa fibra de coco, para estimular a que la raíz penetre en ella.

Otras veces se vende en macetas para colgar. Es la otra opción que se ve en las casas: se deja al poto que descuelgue por las estanterías, o incluso colgado del techo de la habitación.

¿Qué iluminación requiere?

Es una planta que puede resistir iluminaciones más bajas, una de las razones de que sea tan cultivada. Se puede colocar en la parte interior de las habitaciones más iluminadas, sin necesidad de que esté cerca de la ventana. Evidentemente, si el poto está recién comprado, el cambio debería de ser gradual, para primero cultivarlo más cerca de la ventana, para irlo colocándolo más hacia el interior. Así le damos la oportunidad de que se vaya aclimatando a un entorno menos luminoso al que estaba acostumbrado en el vivero.

¿La planta nos da alguna señal de que la luz que tiene es la correcta?

Tenemos varias señales. Si en un poto recién comprado vemos que las hojas más internas van perdiendo el color verde y se van poniendo de color amarillo y las acaba tirando, puede que la razón sea esa, que se

está adaptando a un entorno menos luminoso, y tira algunas hojas para poder sobrevivir con menos luz. Pero hay un detalle curioso. Antes hemos hablado de que el poto es una planta variegada. Pues bien, si colocamos la planta en una zona con poca luz, las nuevas hojas ya no serán tan variegadas, ya no tendrán tanto color amarillo.

¿Por qué vemos potos de hojas totalmente verdes?

Eso es debido a que cuentan con poca luz, y entonces forman hojas más pequeñas —normalmente— y de color verde, sin casi ese veteado amarillo o incluso verdes por completo. A veces he visto potos en oficinas que sobrevivían solo con la luz artificial de la oficina, y ahí estaban, resistiendo, aunque sin un atisbo de colores amarillos en sus hojas.

¿Y si les da algo de sol directo?

Pues si el sol es muy fuerte, corremos el riesgo de que se le quemen las hojas. No está nada mal que le den unos cuantos rayos de sol por la mañana, pero evitando los de las dos de la tarde, que son los que pueden dejar las hojas de un color amarillo pálido o incluso quemarlas.

¿Cuánta agua necesita?

Se trata de una planta que, en interiores, puede sufrir mucho con el exceso de agua. Una vez más, utilizamos la regla de regar solo cuando se seque el sustrato casi por completo, para asegurarnos que sus raíces no sufren el exceso de agua. Para eso, podemos utilizar el truco del palillo de los pinchos morunos, esos palillos de bambú. Pinchas el sustrato con el palillo, hasta el fondo de la maceta. Si sale húmedo por completo, no regamos. Solo vamos a regar cuando salga mojado en la parte baja, y todo el resto del palillo esté seco. De esa manera nos aseguramos que no nos pasamos con el agua. Un poto que esté en un interior de la habitación puede estar feliz con poco riego, ya que cuenta con poca luz y no será muy demandante en agua.

¿Alguna señal de que nos estamos pasando con el agua?

Pueden ser varias: desde que la planta se ha quedado totalmente lacia, como desfallecida, y vemos que el sustrato está muy húmedo. Es muy mala señal, porque seguramente implique una pérdida de raíces por pudrición o ataque de hongos. También se pueden ver los bordes de las hojas con manchas marrones. En ambos casos, habría que tratar con algún fungicida. Hay uno que siempre me recomienda mi amiga Mar Alonso que está hecho a base de cola de caballo, que suele funcionar bastante bien.

Cuidado con la calefacción

En invierno hay que regarlo menos, porque tenemos menos horas de luz. Pero si tenemos calefacción, debemos estar pendientes de que el sustrato no se quede totalmente seco durante mucho tiempo.

¿Utilizamos un sustrato universal para cultivarlo?

Dependerá del sustrato, de la marca. Aquí recomendaría sustratos que tuvieran más fibra de coco, que sean más aireantes. Si el sustrato universal es poco poroso, si vemos que retiene mucha agua, puede ser negativo para la planta. Si nos fijamos, los productores de potos suelen cultivarlos en sustratos muy, muy drenantes.

El abonado

Si queremos que se ponga muy fuerte y vigoroso, debemos utilizar un buen abono. Si es rico en fósforo y potasio, haremos que nuestra planta sea más fuerte a los hongos y a los desequilibrios a la que la podamos someter en el cultivo.

¿La podamos?

A mí me gusta irle dando pinzados, es decir, cortando las puntas de las ramas de vez en cuando, para así conseguir que ramifique. Si no cortamos esas puntas de las ramas, se vuelven muy desgarbados, la verdad. Además, se puede aprovechar esas partes cortadas y utilizarlas como esquejes, para reproducirlo. Se puede esquejar en un vasito con agua, o se puede incluso pinchar en la misma maceta donde crece el poto, para que tenga más frondosidad cuando enraíce.

¿Qué otra planta muy común en el interior de nuestras viviendas es familia del poto?

La bandera blanca (Spathiphyllum cv.) que, como el poto, es de la familia de las aráceas. Las dos son perfectas para iniciarse en el mundo de las plantas en casa.