A vivir que son dos díasLa píldora de Tallón
Opinión

Es tarde, pero demasiado pronto

"Pienso que es tarde continuamente, incluso cuando son otros quienes tienen que hacer cosas. Creo que es tarde, por ejemplo, para que el mundo tenga arreglo"

Es tarde, pero demasiado pronto

Es tarde, pero demasiado pronto

02:05

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

Galicia

Hace meses que me levanto por las mañanas, y aunque sean las siete o las ocho, ya siempre me asalta el mismo pensamiento: «Es tarde». La consecuencia es que dejo pasar un par horitas, a la espera de tener algo que hacer para lo que vaya bien de tiempo. A veces creo que debería levantarme más temprano, pero la alternativa de madrugar me produce un pensamiento aún más terrible: el de «Buff, no merece la pena». Por supuesto, avanza el día, y la sensación de que voy apuradísimo, sin margen, se agranda. Necesito reunir una gran fuerza de voluntad para hacer cosas, aunque considere que el mejor momento para hacerlas ya pasó. Pienso que es tarde continuamente, incluso cuando son otros quienes tienen que hacer cosas. Creo que es tarde, por ejemplo, para que el mundo tenga arreglo. En cambio, observo a mi hija de ocho años, y ella siempre cree que es pronto. Da igual para qué. Yo voy todo el día detrás de ella gritando «¡Rápido!», «¡No llegamos!», «¡Date prisa!», «¡Corre!», «¡Espabila!», y ella no se inmuta: vive despacio, como si el mundo tuviese solución. Debe de parecerle que el tiempo es inagotable, y que, cuando pasa, siempre hay más. Somos dos mundos chocando. Quizá la conclusión es que nunca es el momento perfecto para nada, porque o es tarde, muy tarde, o demasiado pronto.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00